꧁꧅ 𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓪 𝓬𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 ꧅꧂
Había creído que los regalos que le había comprado Mirio para su cumpleaños los había tirado a la basura pero no, los había conservado y era muy lindo de su parte que se los estuviera dando de nuevo, los cuales acepto sin dudarlo y con su ayuda los metió a la casa, la señora Haru no tardó en ofrecerle algo de comer o beber, Mirio sólo aceptó una taza de café pues no podía quedarse por mucho tiempo, debía de ir a su departamento y descansar un poco pues mañana tendría que entrar a trabajar desde muy temprano
Y en lo que esperaba su café se sentó en el sofá con la castaña, la cual había estado mirando una serie que le había gustado desde que vió el primero capítulo, y al estar en comerciales la castaña aprovecho para preguntarle a Mirio cómo le había ido en su trabajo, él sonrió dándole un abrazo y un pequeño beso en sus labios diciéndole que había sido normal, sólo que con la molestia de Emiliano había sido pesado, le dijo como se había comportado desde que supo que eran novios hasta cuando le pidió que guardara silencio
—A veces me pregunto porque tuve un amigo como Emiliano, es tan escandaloso
—Je, pero es un buen chico
—Eso sí —sonrió —Quizás sea su locura la cual me hace pensar que Emiliano es un buen amigo
—Sí
—Aquí está su café doctor —dijo la señora Haru llegando con la taza de café de Mirio
—Gracias señora, pero no me diga así, después de todo ya soy novio de su hija, puede llamarme por mi nombre —le sonrió
—Oh, bien, Mirio
—Genial
Mirio le dió un sorbo a su café mientras escuchaba a la señora Haru preguntarle cómo es que comenzó a gustarle la castaña, algo nervioso pero con una sonrisa que decía más que mil palabras, comenzó a decirle que quizás y haya sido cuando la vió por primera vez en el consultorio, quizás haya sido la segunda vez que la vio en aquella camilla casi muriendo, quizás haya sido la semana que pasó a su lado cuidandola procurando que no le pasara nada malo, quizás haya sido cuando Emiliano la llevo por primera vez al departamento, o mejor aún
Quizás haya sido cuando vieron la ciudad iluminada por primera vez juntos, nunca olvidará esa noche en la que la contempló más que a la ciudad, y definitivamente aquella noche había sido la cual comenzó a sentir cosas por la castaña, tardó en darse cuenta de ello pero agradece que lo haya hecho y que no la haya perdido por su tontería, y no pudo evitar decir mientras la veía a los ojos lo feliz que estaba de tenerla a su lado haciendo que la castaña se pusiera roja de la cara y sólo pudiera agachar la cabeza sintiéndose apenada de nuevo, quizás nunca pueda acostumbrarse a ello pero le gustaba
—Gracias por el café señora, pero debo irme ya, mañana debo madrugar para ir a trabajar —dijo Mirio levantándose del sofá y dejando la taza de café en la mesa del centro
—Oh, bien, gracias por haber venido, espero que puedas venir otro día
—Claro —miró a la castaña —Vendré pronto a verte —le extendió la mano la cual la castaña tomó y se levantó del sofá —Te mando mensaje después ¿Sí? —ella asintió —Adiós —beso sus labios —Te amo —susurró en su oído
—Hmm, también yo
—Je, tierna —acarició su mejilla —Adiós señora, nos vemos pronto —miró a Isabella
—Nos vemos Mirio —le sonrió
Mirio le dió un último beso en los labios a la castaña que ella le correspondió, y no se separaron hasta que el aire les hizo falta, ¡Tremendo beso que le había dado!, ¡Había sido el primer beso que daba así!, Le gustaba, le encantaba sólo porque era con Mirio, todo con él era estupendo y no podía cansarse de estar a su lado dándole besos así por más pena que le diera, lo haría sólo por él. Cuando Mirio se fue, la castaña subió a su habitación con sus cosas que su madre le ayudo a subirlas, dejó las cosas en su cama y se fue dedicándole una sonrisa que ella le devolvió con sus mejillas rojas, vaya día que había tenido, tan hermoso.
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𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓪 𝓬𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 ~ 𝓜𝓲𝓻𝓲𝓸 𝓣𝓸𝓰𝓪𝓽𝓪 𝔂 𝓽𝓾
FanfictionHaru _______ siempre ha sido una chica muy alegre, siempre llenando de felicidad a los demás, pero con problemas de salud, casi toda su vida se la ha pasado en el hospital debido a su enfermedad, creyendo que nunca conocería a alguien que pudiera qu...