N/A: Me emociona este capítulo porque será el último narrado de manera omnisciente. Los capítulos de ahora en adelante serán narrados por Ann o por Zeliel o por algún personaje que aporte algo a la historia. Sin más, disfruten la lectura.
...Era viernes y ya estaba en su último período de clases y había estado tan inmersa en sus pensamientos que se le había olvidado por completo que llegaba el fin de semana, por lo tanto Nick llegaría. Tendría que irse a algún lado, la mayoría de veces ella se iba a casa de Rob y dormía ahí, otras veces solamente pagaba un hotel para quedarse a dormir. Siempre buscaba una escusa para no estar por ahí.
- Hey, ¿Te llevo? - sus pensamientos se ven interrumpidos por la voz de Zeliel.
- ¿Ah?
- ¿Te llevo a casa? - pregunta de nuevo. Simplemente le había nacido la propuesta.
- Amm, claro. Sólo le aviso a Omar.
- ¿Quién es Omar? - inquiere de inmediato.
- Es mi amigo de viajes. - dice y el ojiverde se ve entre confuso y enojado, ese tal Omar era cercano a Ann. - Es el chófer que Roman contrató para mi transporte, no me gusta decirle "mi chófer", por eso es mi amigo de viajes. - explica.
- Ahh, entiendo. - no podía negar que estaba algo aliviado.
No demora más de unos minutos y le avisa con un mensaje de texto y Omar no tarda en responder.
Estaban haciendo un ensayo de literatura sobre la obra "El infierno de Dante" y faltaba poco para que ella terminara. 10 minutos antes del final de la jornada ella concluye su trabajo seguida de Zeliel. Cuando terminaban antes el trabajo podían salir de la clase, la castaña se despide de la maestra cordialmente y sale junto a Zeliel.
Salen juntos y ella va directo al estacionamiento. Ahí estaba el Camaro, destacando entre los demás autos.
Le abre la puerta y ella entra, aprovecha a mandarle un mensaje a Rob para que no se preocupara, posiblemente ella iría a casa de su amigo a dormir. Tenía hasta las 4 para irse de casa y no toparse con Nick que llegaba a las 5.
El viaje se hace tranquilo, Ann estaba segura que Zeliel sería un muy buen amigo, aunque no podía negar que él le atraía, aunque se convencía de que ella no era su tipo, tal vez su tipo era Alenea, alguien con más confianza y más carisma.
Sus cejas se fruncen demás, esa camioneta... Era la camioneta de Nick. A penas y eran las 2 de la tarde, no podía haber llegado antes. Su rostro perdió color, no podría escapar tan fácilmente, no, ni siquiera lo podría intentar.
No quería entrar y definitivamente no lo haría.
- Nick ya llegó. - las palabras del castaño le confirmaron que no era su imaginación. Zeliel estaciona el auto, el lenguaje corporal de la castaña le transmitía miedo. - Mejor vámonos - concluye, presintiendo que era lo mejor.
- Sácame de aquí, por favor. - él no titubea y arranca el auto. No sabía a dónde la llevaría, lo único que quería era dormir, irse lejos y olvidarse de Nick para siempre.
- Te puedo llevar a casa de un amigo, no tiene muy buena pinta pero él es de fiar, no sé...
- ¿Tú estarás ahí? - la pregunta lo interrumpe.
- Sí Ann, estaré contigo. - ella asiente.
- Si estás ahí entonces no debo preocuparme. - lo que había dicho le confirmó una cosa, ella lo veía como un amigo, un apoyo. No podía ser un monstruo y aprovecharse de eso, nunca sería capaz de lastimarla.
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Sálvame
PuisiAnn sufría mucho, desde pequeña todo lo que su vida implicaba eran lágrimas, sabía que necesitaba algo de dónde agarrarse para no caer de nuevo y quebrarse. Y no se imaginaba que esa mirada fría teñida de verde sería su salvación, sin embargo, con l...