Capítulo 10

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No sabía para qué Sunghoon quería que me cambiase, pero con los años había aprendido a que lo mejor era no preguntar cuando se ponía en modo secreto. Fui a la habitación de él para buscar mi ropa y sé que se preguntarán porqué hay ropa mía en el apartamento de Sunghoon. Lo que sucede es que hemos estado trabajando tanto en estas últimas semanas y trayendo el trabajo a casa. A veces en mi apartamento y otras en el de él por lo que hemos comenzado sin querer a dejar ropa en la casa del otro. Ya para cuando nos dimos cuenta, cada uno había hecho un espacio para que el otro dejase su ropa allí y así por las mañanas ir directo al trabajo. No es la primera vez que vivimos juntos, cuando estábamos en Estados Unidos también compartíamos casa, pero esta es la primera vez que lo hacemos como pareja. Dormir no ha sido ningún problema porque usualmente nos quedamos dormidos en la sala de estar mientras estamos trabajando o alguno de los dos se va a la habitación mientras el otro se queda en el sofá. Sí, dentro de unos días cumpliremos un mes de haber empezado a salir así que no estamos en la etapa de compartir la cama con el otro. Una vez llegué al cuarto, abrí el armario y saqué unos jeans, una camiseta blanca y unas zapatillas deportivas del mismo color. Me miré al espejo y es la primera vez en mucho tiempo que me visto tan casual que ya olvidaba como se veía mi reflejo sin traje. Salí de la habitación y me encontré a Sunghoon en la puerta del apartamento con las llaves del auto en la mano.

-¿A dónde vamos Sunghoon?-

-Es una sorpresa.- respondió con una sonrisa traviesa.- Ah, y esta vez conduzco yo.- agregó. Fuimos al estacionamiento y entramos en su auto.

-¿No me darás ni una pista?-le pregunté mientras él conducía.

-¿Acaso tu me diste alguna cuando me llevaste a nuestra primera cita?- Me miró de reojo mientras esperaba que el semáforo cambiara a verde. Tenía un punto por lo que tenía que levantar la bandera blanca de rendición. En lo que quedó del camino conversamos de temas triviales y no reíamos cuando alguno decía algo gracioso. En un punto del viaje salió en la radio la canción Love, Maybe de Melomance y Sunghoon no pudo evitar ponerse a cantarla inconcientemente. Yo me le quedé mirando mientras lo escuchaba cantar feliz. Nunca había visto este lado de él, todo libre de hacer lo que quisiese y lleno de energía y vida. Cuando fuimos adolescentes y estudiantes universitarios hacíamos nuestras travesuras, pero nunca algo como esto y ya después de que nos volvimos adultos y comencé a trabajar en la rama de Estados Unidos y luego aquí, nos volvimos más CEO y secretario, y nuestra faceta de amigos quedó un poco eclipsada. Es ahora que estamos como pareja que he tenido la oportunidad de ver otros lados de él que solo me muestra a mí como su excelente cocina, el hecho de que es muy sensible y llora con las películas, el cómo su sonrisa llega hasta sus ojos cuando está completamente feliz o que es un excelente cantante. Son cosas que no las cambiaría por nada en el mundo porque son mi tesoro más preciado. Mientras me perdía en esos pensamientos, no me di cuenta que ya nos habíamos estacionado y que él se me había quedado mirando.

-¿Qué?- preguntó confundido.

-Hoon-ah. ¿por qué no me habías dicho que cantabas?-

-Porque no lo hago.-

-Claro que sí, lo acabas de hacer y lo haces increíble. Tengo el novio más lindo y talentoso del mundo.- le dije, lo que ocasionó que se pusiese rojo como un tomate y como si fuera poco le di un beso en el cachete haciendo que se sonrojase más y se sorprendiera. A esto no pude evitar reírme.

-Eres tan tierno.- le dije mientras me reía.

-Deja de molestarme, Tae.- dijo gruñendo aunque pude ver que también sonreía, pero intentaba que no lo notase.

-¿A dónde me trajiste? Ah, eso dice Lotte, ¿me trajiste al centro comercial?-le pregunté.

-Bueno, si y no, porque no vamos al centro comercial.-

-Y entonces, ¿qué hacemos aquí?- Pregunté todo confundido

-Ughh, ¿sabes que a veces puedes ser irritante?-

-Pero aún así me quieres.- respondí a lo que me gane que virase los ojos y suspirara.

-Vamos a Lotte World.-

-¿Enserio?- Mi sorpresa era gigante, no había ido a un parque temático en mucho tiempo y además en Corea del Sur es uno de los sitios #1 para tener citas y de los más románticos. Así que Sunghoon tenía unos aces bajo la manga. Sunghoon comenzó a bajarse del auto sin responderme y yo le seguí en silencio. Lotte World es uno de los parques temáticos más famosos por estar dentro del edificio, así que sin importar el clima no tiene que cerrar. Cuando entramos había poca gente porque obviamente era día de semana y todos estaban trabajando o en la escuela. Solo unos pocos vendrían a un parque temático en semana y entre ellos nos encontramos Sunghoon y yo. Sunghoon se dirigió al mostrador para comprar las entradas y una vez lo hizo, regresó a mi lado. Ya que estábamos aquí no podía dejar pasar la oportunidad de vivir uno de los clichés de este país y lo arrastré hacia una tienda de regalos para comprar unas diademas con orejas de gatito. Al principio se rehusó a utilizarlas, pero cuando vio que estaba a punto de hacer un berrinche, para evitar que todos se nos quedasen mirando, se las puso. Luego, nos tiramos un selfie que si o si iba a ser mi fondo de pantalla del celular. Luego de eso fuimos a varias atracciones del parque como montañas rusas, cosa que causó que Sunghoon se mareara y casi vomitara. Por eso decidimos hacer algo más tranquilo y que fuera de su elección. Así es como llegamos a la pista de hielo del parque.

-Vamos, Tae, yo hice todo lo que querias, incluso si terminaba con naúseas.- dijo Sunghoon con un puchero y no pude evitar aceptar. ¿Cómo no hacerlo si me miraba de esa forma y había aguantado cada una de las atracciones por mí? El único problema es que yo no sabía patinar y básicamente estaba sellando un trato para que mi trasero estuviese a cada rato en el suelo.

-Hoon-ah, si sabes qué yo no puedo patinar.-le dije.

-No te preocupes, yo te enseñaré.- dijo mientras terminaba de amarrar los cordones de mis patines y se levantaba para ir en dirección a la pista. Yo lo seguí con un poco de duda y puse ambos pies en la pista, lo que ocasionó que perdiese el balance y hubiese estampado mi rostro en el suelo si no fuera porque Sunghoon me atrapó en el momento correcto. Cogió mis manos y comenzó a patinar de espalda mientras me guiaba al centro de la pista. Comenzó a explicarme algunas técnicas para poder patinar mejor y se acomodó a un lado de mi, aguantado una de mis manos mientras ambos patinábamos. Luego de eso, se colocó detrás de mi, mientras yo intentaba patinar sin que me aguantase. Todo el rato pensé que me seguía, pero cuando me viré, no lo vi detrás de mí. Lo estaba haciendo solo, lo había logrado. Decidí que era buena idea seguir patinando y decidí ir hacia donde él estaba. Cuando me estaba acercando a él, perdí el equilibrio y sin haberlo previsto, me estampé contra él y ambos caímos en el suelo. Él cayó primero y yo caí encima de él. Puse mi mano en el pecho para poder mirarlo.

-Lo siento.- le dije y él comenzó a reírse. Se reía tan alto y sin parar que pensé que moriría de la risa. Rodé a un lado quedando con mi cabeza en uno de sus brazos y esperé a que el ataque de risa se le pasara.

-Lo siento, pero quien lo diría. El poderoso Kang Tae Moo vencido por una pista de hielo.-dijo entre risas. Eso le costó un golpe en el pecho y que se hiciese el ofendido.

-Ya, enserio, vamos a hacer algo que sea menos peligroso. ¿Qué te parece si vamos por algo de comer?- Asentí con la cabeza. Hasta que me hizo la pregunta no me había fijado que me estaba muriendo de hambre. Así que salimos de la pista y fuimos a por unos pedazos de pizza y nos sentamos en unas mesas donde no había gente a nuestro alrededor. Comimos al inicio en silencio, pero luego comencé a hablar.

-Gracias por todo esto, Hoon-ah. En verdad necesitaba distraerme un poco y no lo sabía.-

-Nada que agradecer, sé que si yo hubiese estado en la misma situación, tú hubieses actuado igual.-

-Eso sin dudarlo, eres muy importante para mí.-

-Tu también lo eres.- respondió y en ese momento pasé mi mano por el lado de la mesa para ponerla sobre la suya. No había sentido tanta paz, tranquilidad y felicidad como la que sentía en ese momento. Estar con Sunghoon se había vuelto mi momento favorito del día y también mi lugar seguro. Por nada del mundo quería perder esto tan valioso que encontré sin haberlo buscado. Él es la persona que tanto esperé en mi vida.

-Gracias por siempre estar.- le dije antes de levantarme e inclinarme por encima de la mesa para robarle un beso.

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