Capítulo 14

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Para cuando nos levantamos, ya habían pasado cinco horas, eran las 8 de la noche y ninguno de los dos se sentía con la fuerza y las ganas suficientes para ir a hacer la cena. Así que sugerí que pidiésemos comida a domicilio. Los dos estábamos antojados de pollo así que mandamos a buscar de nuestro restaurante favorito y lo íbamos a complementar con unas cervezas que tenía en la nevera. La comida no tardó en llegar y ambos llevamos todo a la mesa de la sala de estar y nos sentamos en el suelo. Prendimos la televisión y lo dejamos en un juego de baloncesto que estaban pasando mientras nosotros conversábamos.

-Con respecto al trabajo...- No pude terminar de decir lo que iba a decir porque me interrumpió.

-Tae, solo por hoy, no hables de trabajo. Sé que esto es importante, pero hoy no.- No pude evitar aceptar ya que es la primera cosa que me ha pedido en el mes que llevamos de relación y porque no podía negar que yo también deseaba un descanso del trabajo. Este mes había estado muy estresado con eso de cumplir con la fecha límite y comenzar con el proyecto. Pero hoy, solo quería descansar por lo que resta de la noche porque este nuevo mes que comenzamos no tendremos descanso hasta que lo presentemos en el aniversario.

-¿Y qué quieres hacer?- le pregunté.

-Oye, ¿te dije que hace poco abrí un restaurante en Daegu?- me dijo Sunghoon y me tomó muy de sorpresa. Hasta hace poco no sabía que él podía cocinar y hoy descubro que es dueño de un restaurante.

-No, no me habías dicho nada y cómo va.-

-Está yendo bien, contraté un buen personal y de vez en cuando los superviso. Todas las semanas diseño el menú y se los envío.- Mientras me decía todo eso, no pude evitar notar como sus ojos brillaban mientras hablaba de su negocio, eso lo hacía feliz.

-¿No es mucho trabajo estar conmigo como mi secretario y a la vez estar al pendiente del restaurante? ¿No quieres renunciar?- Tan pronto salieron esas palabras de mi boca, maldije el ser tan impulsivo. La verdad es que estaba feliz porque había encontrado algo que amaba pero a la vez me preocupaba que se estuviese exigiendo mucho y que por quedarse conmigo se lastimase.

-No, estoy bien. La verdad es que solo me encargo de lo administrativo.- Sabía que eso no es lo que quería hacer, podía ver en sus ojos que deseaba hacer más.

-Si sientes que es lo que quieres, sabes que puedes renunciar. No tienes que quedarte en la empresa solo por mi.-

-No lo hago solo por ti, también me gusta la empresa. No puedo negar que desearía estar más tiempo en mi restaurante y poder cocinar, pero no lo cambiaría si eso hace que estemos más lejos. Amo mis dos trabajos y te amo a ti, así que estoy bien.-

-Me preocupa que estés exigiendo mucho.- le dije en un tono triste.

-Lo sé, pero no lo estoy haciendo. De los dos quien se está exigiendo mucho eres tú y basta de habladurías de trabajo que ya habíamos dicho que no lo haríamos.- Fue lo que dijo antes de levantarse, recoger todas las cosas de la mesa e irse en dirección a mi habitación. Yo me quedé allí sentado en la sala de estar, tratando de asimilar que acababa de ocurrir y porque se había ido. Sin embargo, no tardé mucho en pensar porque él regresó con una pila de libros.

-Antes de venir acá, pasé por mi casa y traje algunos volúmenes del manga que nos gusta. Pensé que sería bueno si nos distraíamos un rato mientras leíamos.- dijo mientras se sentaba a mi lado y me pasaba uno de los volúmenes. Yo cogí mis auriculares que estaban en la mesa, le pasé uno de ellos y puse en el reproductor Love, Maybe de Melomance. Esa en definitiva era nuestra canción y no dejaba de escucharla desde que comenzamos a salir. Recosté mi cabeza en su regazo y comencé a leer el manga. Él leía mientras tarareaba la canción y ambos nos encontrábamos en perfecto descanso. Esto era bueno, mañana tendría que regresar a la gran batalla, pero al menos por hoy podía disfrutar de escuchar música y leer un buen libro con mi chico.

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