La decisión de Snape

547 49 10
                                    


CAPÍTULO 19

LA DECISION DE SNAPE


Nuevamente ahí estaba, Severus piense y piense aprovechando un momento libre entre sus clases. Recordaba el momento en el lago, realmente no había sido tan difícil como creyó, e incluso podría calificarlo como agradable, y si era demasiado flexible, podía reconocer que le hubiera gustado prolongarlo un poco más, pero eso ya era indebido. Sin embargo, aún se sentía bien al recordar la mirada feliz de Harry cuando le miró a los ojos para sonreírle... no, definitivamente fue mucho más fácil y gratificante de lo que jamás creyó.

Por su parte, Harry aún caminaba entre nubes de algodón, su sonrisa era perenne en su rostro llamando la atención de cuanto estudiante y profesor se encontraba en el camino, pero él los ignoraba a todos, el único que le importaba debía estar encerrado en su despacho y hacia allá se dirigía. Sin embargo, algo lo detuvo, y olvidándose temporalmente de su destino, sujetó su varita con fuerza antes de colocarse frente a un asustado Adam que era presa de intimidaciones por parte de algunos estudiantes de Slytherin.

— ¡Déjenlo en paz y regresen a sus ocupaciones! —les ordenó Harry con furia.


— ¿Y tú quién te crees que eres para intervenir, Potter? —respondió Blaise desafiante—. Este squib es una vergüenza para el colegio, no debería estar aquí.


— ¿Es que se han olvidado que es hijo del jefe de su propia casa, manada de estúpidos?


— Algo más para quererlo fuera de nuestras vidas. —aseguró el chico Slytherin—. Todos sabemos que fue Snape quien asesinó a Draco y nunca tuvo ni siquiera un juicio, simplemente se le perdonó y no es justo que éste squib siga viviendo cuando nuestro amigo está muerto.


— El profesor Snape no hizo nada malo... su amigo sí. —respondió Harry sin intimidarse—. Draco no era un inocente y todos ustedes lo saben bien, cometió muchos crímenes, incluso contra el mismo Adam... sólo obtuvo lo que se merecía, y que él mismo se buscó.


— A mí no me importa lo que digas, Potter. ¡Quiero a este maldito squib fuera de mi escuela!... y todos los demás me apoyan.


— Pues lamento informarles que tendrán que aguantarse, todo aquel que intente hacerle daño a Adam se las verá conmigo, y les aseguro que pueden tener una muerte mucho menos piadosa que la que tuvo Draco Malfoy... ¿Alguno de ustedes quiere ser el primero en enfrentarse a mí?

Algunos retrocedieron conscientes de que no podían hacer nada contra Harry, otros más se miraron entre sí indecisos, solamente Blaise continuó impávido, aún con su varita en alto apuntando hacia Adam tras de Harry. De pronto, la aparición de alguien más los hizo abrir los ojos con asombro. Un pelirrojo se había colocado junto a Harry apuntando firmemente en medio de los ojos de Blaise, y nunca habían visto en él tanta determinación, después de todo, era solamente un Weasley, sombra de Potter, sin ningún otro mérito, pero en ese momento, algunos de los indecisos, dieron un ligero paso atrás.

— Puede que no sea tan poderoso como Harry. —les dijo Ron apretando los dientes—. Pero les doy mi palabra que tendrán que matarme para llegar a Adam, y les aseguro que no les será tan fácil como piensan.


— ¿Tú porqué te metes en esto, Weasley? —preguntó Blaise intrigado—. ¿Acaso te gusta el pequeño Snape?


— No sólo me gusta, es mi novio y me siento muy afortunado por eso... ¿tienes algún problema al respecto, Blaise? —le cuestionó burlón.


— Pues sí, realmente sí. —aceptó furioso—. No entiendo como un mago sangre pura como tú anda mezclándose con un squib, eso es traición, Weasley.

La familia que siempre quiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora