Guerras y batallas

440 53 2
                                    


CAPÍTULO 14

GUERRAS Y BATALLAS


Harry sintió que el mundo se hundía bajo sus pies, las palabras de Dumbledore eran las peores que podía haber dicho jamás. Quiso correr tras del profesor de pociones, Severus no se había detenido a preguntar nada, y abandonó el despacho presuroso. Pero al pasar por donde estaba el director, éste lo detuvo abrazándolo con fuerza.

— Lo lamento, Harry, pero no puedo dejarte ir.


— ¡Tengo que ir con él!... ¡Adam está en peligro, no puedo dejarlos solos!


— Aún estás muy débil, Harry, no podrías hacer nada y te capturarían.


— ¡Usted no entiende! —gritó enfurecido—. ¡Si saben lo de su familia, sabrán ya que es un espía... lo van a matar! ¡Suélteme!


— Yo lo sé, Harry, sé cuáles son las posibilidades de volver a ver a Severus. —respondió con la voz quebrada como nunca—. Pero no podía prohibirle que lo intentara, aunque algunos miembros de la Orden y del Ministerio hace rato están en camino, no hay muchas esperanzas, Harry.


— ¡¿Cómo puede decir eso?!


— Harry... Tom no hace prisioneros muggles, ¿entiendes eso?


— ¡Ya lo sé, pero el profesor Snape no es un muggle, no puedo dejarlo solo!... ¡Déjeme ir, por favor!... ¡Por favor! .... —rogó con profunda ansiedad—. Yo sé que Adam no puede estar muerto, y Sally tampoco... nadie puede estar muerto, profesor.


— De acuerdo, iremos. Por lo menos debemos traer a Severus de regreso. —afirmó inundado de una nueva esperanza—. Harry... creo que tengo un plan.

Harry le miró intentando poner atención, pero le urgía salir y no perder tiempo, cada segundo era valioso en demasía. Dumbledore le regresó su varita mientras le hablaba de su plan. Minutos más tarde, ambos aparecían en la cercanía de los cuarteles de Voldemort, para entonces ya se desataba una guerra de hechizos entre mortífagos y miembros de la Orden y el Ministerio.



— Harry, vamos a tener que separarnos. —le informó Dumbledore—. Severus me habló de un pasadizo, es demasiado pequeño para mí y solamente tú podrás cruzarlo, te llevará a una bodega cercana a las mazmorras. Yo tendré que entrar por el pasadizo por el que te rescató. Mi camino es más largo y es posible que tarde más en llegar, así que busca a Severus en cuanto llegues, pero ten mucho cuidado, que no te descubran, si puedes evitar pelear mejor, sino, defiéndete con todo lo que sabes que yo sé que es mucho.

Harry asintió, y armándose de valor se dirigió hacia el lugar que Dumbledore le señalaba. Llegó a donde crecía un pequeño arbusto pegado a una de las paredes laterales, hizo el ramaje a un lado y colocando su varita sobre los ladrillos murmuró el hechizo que Dumbledore le dijera. De inmediato se abrió un boquete en la pared apenas lo suficientemente grande para que entrara gateando. En cuanto estuvo adentro el agujero se cerró dejándolo en completa oscuridad.


Lumus.

Su varita emitió un pequeño halo de luz mostrándole un túnel muy largo, no podía ver el final. Sin perder más tiempo fue avanzando lo más rápido que pudo en esa incómoda posición. Ni idea de cuánto tiempo anduvo, en ningún momento le importó el dolor de sus rodillas ni que sus pantalones fueron desgastándose hasta que su piel fue erosionándose con la piedra filosa. Finalmente llegó hasta una pared de ladrillos igual a la que servía de entrada. Volvió a pronunciar al hechizo correspondiente y la salida apareció ante sus ojos. Apagó su varita y salió sintiendo un profundo dolor en su espalda ante la contracción que tenía por el esfuerzo.

La familia que siempre quiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora