Capítulo 11.

537 114 14
                                    

Otro gemido de dolor se escapó de los labios de Gun. Hasta respirar le causaba dolor. ¿No se supone que le daban morfina? ¿Por qué sentía tanto dolor? Miró a su alrededor y se encontró con una enfermera de cabello azabache y pequeña estatura.

- Hola, te encuentras en el centro médico Asan. ¿Recuerdas lo que te ha sucedido?

Con un leve movimiento, indicó que sí. Aún recordaba como Krist retorcía la navaja clavada en su interior.

- Bien, enseguida vendrá un médico a hablar contigo.

Gun pasó su lengua por sus labios resecos. La enfermera le dió agua con un sorbete, y lo agradeció internamente.

- ¿Alguien vino a verme? – Habló con gran dificultad.

- Sí, un muchacho que trabaja contigo.

Suspiró aliviado al pensar en Tay. Era agradable saber que tenía a alguien a su lado.

- Lamentablemente, no pudo entrar a verte aún, porque estabas en terapia intensiva. Tu estado era muy grave, pero has mejorado rápidamente.

- ¿Cuánto llevo aquí? – Preguntó confundido. La enfermera lo observó un par de segundos, con una expresión irreconocible.

- 16 días.

En lo único que pudo pensar en ese momento fue Jumpol. Dieciséis días sin verlo era demasiado. ¿En qué momento el moreno se volvió un hábito indispensable para él?

- Hola Gun, soy el doctor Suppasit

El nombrado ni siquiera notó cuando éste entró. Le comenzó a hacer los chequeos rutinarios, y cuando terminó, se paró al lado de su cama.

- Yo creo que en un día o dos ya podremos darte de alta. Eso sí, no debes trabajar aún, tu cuerpo está débil y tu herida debe sanar completamente.

Gun asintió, y sonrió al ver quién entró en la habitación. Tay llevaba un ramo de flores en las manos, y sonreía sin parar. El musculoso corrió hacia él y lo abrazó con delicadeza, como si tuviera miedo de romperlo.

- Te extrañé muchísimo. – Susurró el mayor en el oído de Gun, y éste le devolvió el abrazo como pudo.

- Bien, los dejaremos sólos – Indicó el doctor Suppasit, y salió de la habitación junto a la enfermera.

- ¿Y cómo te sientes? – Preguntó Tay, mientras se sentaba en la silla junto a su cama.

- Adolorido, pero mejor ahora que estás aquí.

- Si no te veía hoy, me habría vuelto loco. Llevo dos semanas enteras viniendo y nunca me han dejado verte.

Gun estiró su mano y la entrelazó con la de Tay. —Me alegro de verte.

El otro sonrió, pero su sonrisa se borró al ver la expresión que Gun tenía.

- Gun. – Dijo en tono de reproche, sabiendo lo que se estaba por venir.

- Necesito saber. – Se quejó el Castaño. Tay negó con la cabeza, pero terminó aceptando.

- Krist está en la cueva hace diez días. New y Off lograron que el director y los representantes legales tomaran represalias por lo que te ha hecho.

- ¿Y cuánto tiempo seguirá allí?

- No lo sé, pero a él le conviene estar encerrado en la cueva. Jumpol lo va a aniquilar si lo ve caminando pacíficamente en la galería.

Gun sonrió de lado al oír el nombre de Off. Sin embargo, su ceño se frunció casi al instante.

- ¿Jumpol no estaba del lado de Krist?

Máxima Seguridad ~ OffGunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora