Reía a carcajadas con sus compañeros de trabajo y entre ellos su amable jefe, era la hora del almuerzo y rara vez estaban lo suficientemente despreocupados para poder disfrutar el tiempo así.—Entonces, ¿Mañana en la noche? —Todos miraron a Evan, un hombre realmente atractivo de algunos treinta y tantos años. —Pero que esta vez Dominic no vomite.
Volvieron a estallar en carcajadas aunque su jefe no entendía mucho, aún no entendía los chistes internos de sus trabajadores.
—Yo me apunto, mi cuerpo necesita de ciertas cantidades de alcohol. ¿Que dices jefe? —Sonrió hacia el mencionado con emoción.
Su jefe era un hombre que apenas y tenía los veintiséis, demasiado caliente y precioso, con ojos azules que tenían a todos a sus pies. El hombre era maravilloso por donde sea que lo vieran. Había tomado el cargo tan sólo hace unos días en la empresa de su padre, ya que antes lo tenía trabajando en algo más pero creyó que su hijo ya estaba lo suficientemente apto para asumir el control total, había demostrado que estaba en todas sus capacidades para este cargo.
Desde el primer momento que se presentó como el nuevo jefe todos demostraron un respeto inigualable a pesar de lo joven que lucía, pero era el aura imponente que tenía y como demostraba ser tan dominante y poderoso con cada pequeño gesto.Sin embargo Louis no era un hombre arrogante y cegado por su autoridad, era todo lo contrario a lo que aparentaba. Recién cumplió veintiséis pero muchos creían que no pasaba los veintidós cuando mucho, era muy amable y atento con todos, era divertido, relajado y respetuoso. Fue por eso que no se le hizo muy difícil integrarse a cierto grupito de trabajadores en su empresa quienes rondaban su misma edad, quería que lo trataran con confianza y no que lo vieran solo como un jefe rudo y frío.
—No es mala idea, cuenten conmigo. Les advierto que no soy muy tolerante al vomito. —Comentó y los demás rieron molestando a Dominic. Louis sonrió mirando a la chica frente a él, quien le había hecho la pregunta. —¿Quieres que pase por ti Annette?
Ella levantó la mirada de su comida y dejó de masticar un poco atontada, no todos los días un hombre tan atractivo se ofrecía a ir por ti para salir con tus amigos. —Eh... Pues si, no hay problema jefe. —Levantó los hombros desinteresada, él solo estaba siendo amable. —Y llámame Anne, solo mi hermana me llama así cuando se enoja.
—Tu hermana es sexy. —Canturreó Dominic con picardía.
—Y tú demasiado imbecil para ella, cariño. —Todos rieron y Dominic fingió estar ofendido.
La hora del almuerzo terminó y todos empezaron a ir a sus lugares de trabajo. Anne acomodó su falda y devoró su ensalada rápidamente hasta llegar y botar la basura.
Su oficina estaba en el último piso al igual que la oficina de su jefe, no era su secretaria o asistente, pero si era una de las mejores diseñadoras de la empresa, el padre de Louis se encargó de darle el merecido puesto que tiene, a pesar de sus cortos veintinueve años había llegado lejos haciéndose espacio entre los demás, lo había hecho prácticamente sola y con todo el esfuerzo puesto en ello.
Entró al ascensor tarareando una canción en francés, ella era originaria de Francia, pero por cosas de la vida había terminado ahí en Londres. Antes de que las puertas se cerraran, Louis entró.
—¿Desde cuando trabajas aquí Anne?
—Cumpliré cinco años en un mes, empecé como asistente del señor Payne y un día me caí frente a su padre, vió los diseños en mi carpeta y dijo que eran muy buenos.
Levantó las cejas mirando a la mujer de cabello marrón. —¿Y te asignó el puesto que tienes de inmediato?
—Oh no, no fue tan fácil. En ese momento habían tenido un problema con los diseños propuestos para la pasarela de otoño que se aproximaba y mis diseños eran la única opción buena del momento así que desesperadamente los usaron. La pasarela fue todo un éxito.
ESTÁS LEYENDO
You and I
FanfictionQuand il me prend dans ses bras Qu'il me parle tout bas Je vois la vie en rose O donde Louis no puede evitar enamorarse del hijo de su mejor amiga y también compañera de trabajo.