You and I

Notre secret

Harry estaba acostado con Louis a su lado, quien como de costumbre acariciaba sus rizos y su espalda.

Normalmente, Harry estaría abrazado a él o incluso sobre su pecho haciéndole cosquillas en el cuello, pero justo ahora estaba dándole la espalda en completo silencio. Louis sabía que no estaba dormido, su respiración no estaba completamente tranquila, él conocía a su Harry estando dormido y no necesitaba verlo a la cara para saber que no lo estaba.

El pequeño sonido que hizo Harry con la nariz lo alertó, sorbió su naricita intentado ser silencioso, ¿Estaba llorando?  

—¿Bebé? —Intentó hacer que estuvieran frente a frente pero Harry se apartó suavemente de su agarre. —Sol, por favor háblame, sabes que puedes decirme hasta la más pequeña cosa. —Harry intentó reprimir un sollozo y Louis sintió aquella opresión en el pecho. —¿No quieres que te vea llorar?

Harry negó lentamente apartando unos rizos de su cara y limpiando algunas lágrimas.

—¿No de no es eso, o no de, no quieres que te vea llorar? 

A pesar de todo una risa rota salió del menor, Louis podía hacerlo reír siempre. —No es eso. —Murmuró bajito.

—Entonces mírame al menos, por favor, quiero ayudarte. —La suplica en su voz era tan notoria, era casi un ruego desesperado. 

—No quiero que me veas así.

En verdad estaba confundido. Suspiró acariciando su cintura con delicadeza. —No entiendo, dijiste que no era eso. Lo siento tanto bebé, pero quiero comprender para poder ayudarte. ¿Puedes explicarme lo que sucede?

—Tengo marcas... En mi rostro. —Sorbió su nariz y se abrazó a sí mismo. —Me verás horrible.

—Hazz, no hay manera en que puedas verte horrible. Eres precioso, siempre lo serás y un par de golpes no cambiarán eso.

Lo abrazó y Harry se giró quedando frente a frente, pero de inmediato se escondió en su cuello sollozando. —Lo siento, estoy siendo ridículo.

—No, no es así y no tienes que disculparte. —Metió sus dedos entre sus rizos marrones. —¿Puedo verte?

Él dudó, pero luego de unos segundos se alejó lentamente mirándolo a los ojos, su rostro rojo por llorar y sus ojos llenos de lágrimas, aún así lucía tan perfecto.

—Joder...

—¿Tan mal se ve? —Murmuró avergonzado.

—Eres lo más hermoso que he visto en mi jodida vida, cariño.

Harry sollozó cerrando sus ojitos. Sabía que habrían fotos o videos de lo sucedido en todas partes y eso solo lo haría peor, le hacía sentir peor. Tampoco quería manchar la imagen de Louis con escándalos estúpidos, odiaba ese sentimiento de estar haciendo las cosas mal y decepcionarlo a él, o su madre, y en ese punto a su padre también.

Así que no podía evitar que ese amargo sentimiento le invadiera el pecho haciendo que quisiera romper en llanto en los brazos de la persona que lo hacía sentir seguro y en casa.

Louis le hacía sentir que sin importar lo que sucediera, aunque el mundo se estuviera cayendo afuera, todo estaría bien porque él haría que todo estuviera bien por Harry.

—Hazz, respira bebé ¿Si? —picoteó sus labios limpiando las lágrimas en su mejilla. —¿Sucede algo más? ¿Quieres hablarme de otra cosa?

Negó con un puchero. —Solo tengo miedo, miedo de hacer las cosas mal y decepcionarte, decepcionarlos...

—Mira, voy a decirte algo y quiero que te lo grabes en esa hermosa cabecita que tienes ¿Vale? —Él asintió, dejándose llevar por las caricias en su mejilla. —Eres un adolescente de dieciséis años, está bien que actúes como tal y que cometas mil errores, no tienes que pretender ser una persona madura o actuar como adulto porque yo lo soy, lo he notado, yo también cometo errores y está bien que tú tengas miles de ellos, se aprende de eso, absolutamente nada de eso hará que esté menos orgulloso de ti, que todos lo estemos, ¿Vale?