Prom queen

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—Solo déjame, Louis. —Murmuró el rizado cruzado de brazos revisando entre las ropa colgada con mala cara.

—¿Por qué te pones así? Ya te lo expliqué.

Desde hace un par de días los medios amarillistas aprovechaban de ver a Louis con alguna modelo o cualquier mujer, para poner alguna noticia al respecto dándole mala imagen y Harry lo había tolerado, pero puede que justo ahora esté un poco molesto porque Louis tardó en ir con él por estar con cierta chica. Ya le había explicado pero eso no quitaba su mala cara.

—Si, ya me explicaste y te dije que lo entendía, pero sigo un poco molesto, déjame estar molesto un momento. —Enarcó una ceja hacia el mayor y al ver su rostro de cachorro arrepentido no pudo evitar bufar. —Solo relájate, Louis. 

—Cuando me dices así es porque estás enojado, dime Lou. —Su voz bajó dos tonos. Recostó su cabeza en el hombro de Harry, pero sin tocarlo con sus manos.

El rizado suspiró y lo abrazó acariciando su cabello castaño, sonrió al sentir el olor de su perfume emanar de sus hebras lacias. —¿Mejor?

—¿Me permites abrazarte? —Murmuró. Harry emitió un tarareo de aprobación y terminó envuelto en los fuertes brazos del ojiazul. —Te a...-quiero, te quiero mucho.

—Tranquilo Lou, estamos bien. También te quiero mucho.

Después de varios minutos en silencio, solo abrazados, el mayor levantó la cabeza dándole un pequeño beso.

—Mañana es el grado y no has elegido tu ropa, ¿Por qué lo dejaste para última hora?

Harry no pudo evitar reírse. —Nada me gusta, siento que todo me queda mal. —Hizo un puchero, pero su vista quedó enfocada en la vestimenta de un maniquí al fondo. —Oh por Dios, vi algo, ven.

La mañana siguiente todo fue un caos mientras todos intentaban arreglarse para la ceremonia de graduación de Harry y Zayn, como era usual en ellos, si no se apresuraban se les haría tarde.

El menor murmuró algo en francés y el ojiazul quedó confundido al no entender, así que al notar su rostro solo bufó. —Que estoy nervioso, idiota.

—Todo saldrá bien, tranquilo sol.

Exhaló lentamente pasando las manos por su ropa, viéndose en el espejo. El hecho de que él sería quien presentara el discurso lo tenía muy nervioso, sentía que metería la pata y lo menos que quería era dejarse en vergüenza al último momento.

Louis lo abrazó desde atrás escondiendo su rostro en el cuello de Harry, luego solo dejó el mentón recargado en su hombro.

—Luces precioso, mi precioso chico.

—Tú te ves demasiado sexy. —Murmuró girándose en sus brazos para abrazarlo del cuello y empezar un suave beso.

Beso que no duró demasiado cuando un pequeño golpe en la puerta abierta los hizo separarse.

Abby estaba ahí, con un rostro apenado y una sonrisa dulce. —Hola, perdón, quería darte mi pequeño regalo y desearte suerte.

La chica había sido prácticamente adoptada por ellos, haciéndola parte de la familia. La pelinegra con veintiún años había sido echada de la casa de sus padres por haberse negado a un matrimonio con un hombre casi 30 años mayor que ella el cual había sido organizado por beneficencia, usó de excusa que le gustaban las mujeres y que no planeaba hacer parte de ese circo, lo cual fue suficiente para ser echada a la calle solo con unas cuantas pertenencias. Intentó buscar refugio en sus amigas, pero estás la dejaron plantada aquel día y no volvieron a responder sus mensajes.

You and IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora