You and I

Dumb conversation

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-Harry, abre la boca, tienes que tomarlo para que estés mejor.

El rizado negó apretando sus labios, reacio a tomar aquel horrible medicamento.

-Dios, a veces me desesperas tanto, niño. Apúrate. -Harry volvió a emitir un sonido de negación, así que Louis lo tomó a la fuerza de la mandíbula. Inevitablemente terminó abriendo la boca lo suficiente para que la cuchara con la medicina entrara en él, Louis le cerró la boca a la fuerza hasta asegurarse que había tragado. -¿Lo ves? No era para tanto, bebé.

-Eres un bruto. -Dijo mientras tosía y se limpiaba la boca de mala gana. -Imbecil.

-Si, si. Insultame todo lo que quieras, pero al menos te pondrás mejor.

El caso es que, Harry llevaba las últimas horas con una terrible fiebre y dolor de cabeza, mal momento para enfermarse teniendo en cuenta que la boda de su madre era al día siguiente. Apenas y cedió a tomarse las pastillas, pero no paraba de decir que el remedio sabía horrible y no lo tomaría, por supuesto, Louis no aceptaría un no por respuesta, podría vivir con la mala cara que tenía el menor justo ahora.

Ya tenían todas sus cosas empacadas, hasta tenían un bolsito con las cosas de Clifford, por supuesto él también iría. No sería algo grande ya que así lo habían querido Anne y Alex, sería algo pequeño en una bonita residencia que le pertenece a Louis, tenía un jardín grande y bastante bonito, muchas habitación para que todos pudieran quedarse sin problemas y una hermosa cascada no muy lejos de ahí.

Estando dentro del auto, iban discutiendo porque Harry quería helado y Louis decía que eso podía hacerle daño. El rizado estaba cruzado de brazos mirando por la ventana con el ceño fruncido y un pequeño puchero apenas notable.

-¿En verdad vas a enojarte? Vamos Hazz, solo estoy tratando de cuidarte. -Intentó poner la mano en su pierna pero Harry se apartó. -¿Es esto una especie de berrinche acaso? -Terminó estacionándose en la acera para poder hablarle. -¿Desde cuándo haces berrinches ahora? ¿Hmh?

-Sueltame. -Murmuró ya que Louis lo había tomado del brazo.

-¿Quién hace berrinches con diecisiete años? Solo tú. -Soltó una risita y tiró con fuerza de él, obligándolo a levantarse para que terminara a horcajadas en su regazo.

Harry se encogió de hombros sin levantar la mirada. -Puedo hacer berrinches aunque tenga treinta.

-Esto es culpa mía, ¿No? -Su voz bajó dos tonos, hablándole bajito al tenerlo tan cerca de su rostro. -Es mi culpa porque siempre estoy cumpliendo cada capricho que tienes, eres un jodido consentido y por eso ahora me haces berrinches.

-Lou, S'il te plait, mon amour, ce sera juste une glace. -Acarició su mejilla con un puchero aún en sus labios, ¿Louis en verdad podía decir que no a eso? -Por favor, por favor.

Bufó pasandose una mano por las cejas, sabía que no debía ceder, pero inevitablemente ya lo había hecho. -Vale, está bien, pero no será mucho, ¿Okey? -Asintió efusivamente, sus rizos rebotando. -Y al llegar allá volverás a tomar el remedio sin tener que obligarte a hacerlo, ¿Entendido?

-Entendido, Mon amour. Gracias, gracias, eres el mejor del mundo. -Con risitas de por medio besó todo el rostro del ojiazul.

En la siguiente calle divisaron un supermercado y Louis bajó por el dichoso helado de su novio, le terminó comprando un par de cosas más para que comiera en el camino. Así que de vuelta al auto Harry lo recibió con demasiada felicidad y muchos besos, si, era un completo consentido por Louis.

-¿Puedes volverme a cargar o te molesta al conducir? -Preguntó llevando una cucharada de helado a la boca del mayor.

-Está bien, puedo cargarte.