You and I

Ouh no

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Louis sabía que la había cagado, no, había metido la pata a lo grande y estaba pensando en como remediarlo mientras se maldecía a si mismo. Lo peor de todo era que le había prometido a Harry que no fallaría esta vez y aún así lo hizo.

Suspiró resignado entrando a su habitación esperando para enfrentar las consecuencias de sus actos, o más bien del acto que no hizo, de todas formas haría lo que sea para recibir el perdón de su novio.

Lo encontró acostado a medio lado en la cama, no estaba en el lado que había reclamado como suyo, estaba en el lado de Louis con un pequeño almohadón abrazado contra su pecho. Ni siquiera volteó a verlo y Louis odiaba eso; la indiferencia de Harry cuando estaba molesto, era evidente que prefería el recibir gritos y reclamos antes que el silencio ensordecedor.

Se quitó la chaqueta dejándola en el sillón sin apartar la mirada de su chico, sabía que estaba despierto.

—Hazz... Lo siento tanto. —Se arrodilló en la cama sentado sobre sus tobillos después de sacarse los zapatos, Harry se movió para que apartara la mano de su brazo. —Por favor, déjame solucionarlo.

—No quiero hablar contigo, Louis. Estoy muy molesto ahora, lo hablaremos mañana.

Su voz fue demasiado fría y cortante, Louis jamás lo había escuchado así y sintió sus ojos cristalizarse.

—Por favor...

El celular del menor sonó y solo así fue que se movió un poco de su lugar, contestó la llamada y Louis quedó ahí esperando, supuso que quien estaba al otro lado era Zayn. Se alertó cuando Harry se levantó y empezó a ponerse sus zapatos sin dirigirle una mirada al menos.

Louis lo detuvo suavemente de la muñeca, aún en su posición en la cama.

—¿A donde vas, Hazz?

—Zayn olvidó su laptop esta tarde y la necesita urgente para un trabajo de la universidad, se la llevaré.

—¿Te llevo?

Negó. —Iré con Marco.

—Hazz, por favor... Hablemos ahora, te lo pido.

—No tardaré.

Sin darle oportunidad a decir algo más, salió de su habitación dejándolo solo maldiciendose de nuevo.

La cosa es, Louis olvidó su cita con Harry ya que ellos continuaban teniendo una cita a la semana como lo habían hecho desde que empezaron a salir, eso no había cambiado en nada, pero Louis lo olvidó y Harry trató de entender y no molestarse tanto, así que la postergaron una vez, y luego una segunda vez,  también una tercera vez y para la cuarta vez ya  se había juntado con la fecha de su segundo aniversario como novios. Dejar su cita semanal para que también sea la cita por su aniversario no estaba mal, ¿Cierto? Harry dejó pasar su molestia por olvidarlo la primera vez y no le importó tener que postergarla varias veces.

Pero su escasa paciencia tiene límites, lo que si no podía dejar pasar era que ni siquiera le haya enviado un mensaje para decirle que llegaría tarde, lo que le llevara a deducir que lo olvidó a pesar de haberle recordado en la mañana y el hecho de que llegara disculpándose lo confirmaba, así que, sí, Harry tenía derecho a estar molesto esta vez.

Realmente tuvo en su mente esa cita toda la mañana y anhelaba que el día transcurriera con rapidez para poder llegar a su hogar, despejar su mente y llevar a cabo su cita con su chico. Sin embargo, después de mediodía el pequeño error de un practicante distraído hizo que perdieran parte del trabajo hecho en la última semana y eso puso su mente de cabezas, no se dió cuenta en qué momento su celular se apagó y mucho menos que ya había anochecido hasta que Taylor llegó a la oficina para avisarle que se iría ya, al ver la hora salió tan rápido como pudo de ahí conduciendo con un exceso de velocidad para llegar a casa preocupado por haberla cagado nuevamente. Hasta había confirmado la asistencia en el bonito restaurante donde hizo una reservación con anticipación, la confirmó segundos antes de que su asistente apareciera con las malas noticias.