A veces la ansiedad era tan jodida.
Te calaba en los huesos y te perturbaba a cada instante, sin tener suficiente aire o suficiente espacio, o suficiente nada, porque a veces nada era suficiente.
No respirabas lo suficiente, no llorabas lo suficiente, no era suficiente porque el sentimiento estaba ahí, latente.
Se sobresaltó cuando Louis entró al auto cerrando la puerta, había estado acurrucado abrazando sus piernas y con el rostro escondido. Sintiéndose asfixiado, sintiendo que no había derramado suficientes lágrimas aunque no hubiera caído ni una sola.
—Me asustaste, Lou.
—Lo siento sol. Mira, aquí está tu examen aprobado. —Le entregó la hoja donde había una nueva calificación y encendió el auto poniéndolo en marcha. —Estuve husmeando en tus demás notas, tienes un promedio perfecto cariño, es increíble.
Solo asintió ligeramente distraído. —Siempre fuí el niño de las notas perfectas... ¿Esto es sangre, Louis? —Le señaló las pequeñas manchas rojas en el papel.
—Hmm, tu profesor tiene derrames nasales, pobrecito. —Él en verdad estaba intentando ocultar su sonrisa traviesa. —Cambiando de tema, ¿Te he dicho que luces jodidamente hermoso? Te ves demasiado sexy, si te soy honesto.
—Si, me lo dijiste en un par de mensajes. —Habló con unas pequeñas risitas, intentando ignorar esa alarma en su cerebro.
—Pues no ha sido suficiente, tan precioso. —Lo tomó del mentón besándolo de inmediato, escuchando algunas bocinas de otros autos en el camino.
Ambos rieron y Harry lo regañó, no dejó que lo volviera a besar el resto del camino para evitar accidentes y Louis alegando que su simple presencia era suficiente distracción para él.
La poquita paz y tranquilidad que Louis le había otorgado se fue al carajo al llegar al trabajo.
Al parecer las personas estaban haciendo escándalo, ahora, por la diferencia de edad que tenían, lo cual era tan estupido pero supone que empezaron a atar puntos y a suponer que Harry aún era menor de edad. La calle estaba cerrada así que tuvo que entrar por la entrada principal, llena de personas al rededor que se quedaban al margen para no pisar la propiedad de Tomlinson.
Louis lo sujetó de la cintura y le acomodó los lentes al salir del auto. —Intenta cubrirte el rostro, bebé. Lo siento por todo esto.
Y el bullicio empezó, al igual que el montón de flash hacia ellos, preguntas o comentarios lanzadas que escuchaban al azar entre el ruido de los demás.
Harry se aferró con fuerza con una mano a la camisa de Louis y con la otra mano intentaba cubrir su rostro. Se sentía aturdido con tantos flashes cada medio segundo, quería romper en llanto.
Jadeó aterrado cuando Louis se alejó un poco al entrar en el enorme edificio para pedirle al guardia que se deshiciera de todos, Harry se soltó de su agarré para caminar rápido al ascensor, todas las miradas sobre él. Sus manos temblaban y le dolía el pecho, se sentía mareado y la vista nublada por las lágrimas a punto de caer. Louis lo alcanzó cuando el ascensor se abrió, acercándolo de inmediato a su cuerpo y solo las puertas se cerraron lo escuchó sollozar aferrándose a su camisa.
—Tranquilo bebé, todo está bien. Nadie te hará nada, solo respira conmigo ¿Si? —Le quitó los lentes de sol para encontrarse con sus ojitos rojos al igual que su nariz, intentó que su voz sonara lo más tranquila posible.
Sin embargo Harry se empezó a desesperar al sentirse encerrado, no había suficiente aire... suficiente espacio. Sentía que se ahogaba.
Empezó enterrándose las uñas y dejando caer las primeras lágrimas que se fueron haciendo más y más.
ESTÁS LEYENDO
You and I
FanfictionQuand il me prend dans ses bras Qu'il me parle tout bas Je vois la vie en rose O donde Louis no puede evitar enamorarse del hijo de su mejor amiga y también compañera de trabajo.