So...

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—¡Levántate ya Lou!

El mencionado gruñó sin moverse ni un poco haciendo que Harry jadeara de la impaciencia.

—Me voy a enojar si no te levantas. —Sentenció cruzado de brazos. —Quedamos de almorzar con mamá, ¡Louis!

Se removió dejando medio rostro a la vista, al abrir un ojo lo primero que vió fue a Harry, a su Harry, el sentimiento que invadió su pecho no podría compararlo con algo que haya sentido antes porque sabía que nunca había sentido algo así, así tan fuerte y que el solo sentimiento te maree dejándote descolocado, no estaba seguro si decir que mariposas en el estómago era lo que sentía (aunque no solo en su estómago, más bien en todo su cuerpo) siempre pensó que sería un poco tonto una sensación así provocada por otra persona, pero ahí estaba tragándose sus palabras.

Su Harry, con un pequeño puchero y el ceño fruncido queriendo lucir enojado pero realmente lucía jodidamente tierno, con sus rizos alborotados y su piel pálida con ciertas marcas por su cuello, tenía la nariz un poco roja y sus ojos verdes tan brillantes y perfectos que podrían dejarlo delirando. Si, no cambiaría un despertar así por nada en el mundo, no preferiría nada en su lugar y lo único que desea es que Harry sea lo primero que siempre vea al despertar.

—Te ves tan lindo cuando te enojas. —Comentó con diversión en su voz suave y un poco ronca.

—Dios Lou, debo lucir horrible justo ahora.

Louis estiró su mano para que Harry la tomara y luego tiró de él. —Ven, quiero abrazarte.

La risita dulce siempre hacía sonreír a Louis, amaba su risa y sus bonitos hoyuelos.

—Tuviste toda la mañana para abrazar, que por cierto, siempre abrazas muy fuerte cuando estás dormido. —Terminó acostado en el pecho de Louis y con una mano acariciando su mejilla porque Harry amaba tocar su rostro constantemente. —No entiendo como puedes abrazar tan fuerte estando dormido, en serio muy fuerte, muchas veces tengo las marcas en mi cintura al despertar y no se van tan fácil.

—Lo siento bebé. —Murmuró contra su cabello sintiéndose tan tranquilo.

Harry negó frunciendo la nariz aunque Louis no pudiera verlo. —No te disculpes, ni siquiera me molesta, me gusta que sea así. Dios me gustas tanto Louis. —Murmuró frustrado pero seguía riendo.

El mayor se contagió de su risita y besó su rostro muchas veces haciendo que riera más fuerte.

—¡Ya ya! Para Lou. —Se soltó y se sentó aún estando sobre Louis. —Vamos, levántate ya, muero de hambre.

—Tú siempre estás muriendo de hambre, no es novedad cariño. 

—Entonces sé un buen novio y levántate para que tu increíble novio pueda alimentarse. —Golpeó su pecho. —Vamos ya Lou. —Otro golpe. —Son las putas una con quince y aún no he desayuno, en verdad me pondré de mal humor. —Otro golpe y Louis lo sostuvo de la muñeca con diversión en su rostro. —Soy capaz de ponerme a llorar.

Ahí si soltó una fuerte risa. —Joder amor, eso es manipulación.

—No lo es, en lo absoluto.

Se levantó un poco usando sus brazos, nada podía quitar esa sonrisa en su rostro. Notó como Harry se mordió suavemente el labio inferior al mirar el pecho de Louis hasta su abdomen y luego sus brazos flexionados. El rizado se acomodó mejor en su regazo y puso las manos en sus hombros, descendiendo lentamente hasta su abdomen y rasguñando levemente en su pecho antes de volver a sus hombros.

—Acomódate mejor. —Susurró. Louis no entendió y solo frunció el ceño. —Siéntate amor.

El ojiazul se sentó, su espalda apoyada en la cabecera. Tomó a Harry de los muslos dejándolo sentado sobre su polla. —¿Ahí? —Susurró acariciando su espalda.

You and IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora