Maybe drunk

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Los meses transcurrieron, más rápido de lo que todos quisieron darse cuenta, el tiempo no daba tregua en sus vidas.

Habían pasado los nueve meses con exactitud y estaban a la expectativa de que ese bebé podía nacer en cualquier instante, todos estaban alertas y paranoicos hasta con el mínimo gesto que Anne hacía, todos querían cuidarla cuando el momento llegara. Todo estaba preparado, tenían el bolso con las cosas del bebé listas, un auto siempre disponible para ese momento y hasta habían casi obligado a la mujer a usar la habitación de invitados en la planta baja porque no les parecía correcto que estuviera subiendo y bajando las escaleras de su nuevo hogar, evitaban cualquier cosa que representara un riesgo inminente sin importar que tan exagerados llegaran a ser. 

Anne y Harry habían hablado recientemente y ambos tenían la leve certeza de que ese bebé elegiría el momento más inoportuno para nacer, querían mentalizarse un poco de esa gran posibilidad, siempre esperar lo inesperado.

Y tuvieron tanta razón en ello.

Realmente fue una situación divertida.

Esa noche, Alex había tenido que ir de urgencia al hospital a cubrir un turno que no le correspondía, pero aún así fue por ayudar a su compañero. En casa de Anne todos estaban dormidos ya, iban siendo las dos y media de la madrugada, la única persona que estaba ligeramente despierta era Harry, quien no dejaba de dar vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño por más de veinte minutos seguidos. Louis había salido con Liam y otros amigos, se suponía que regresaría a la una pero aún Harry seguía esperando y sabía que esa era la razón por la cuál no podía dormir.

El reloj marcaba las tres en punto cuando escuchó algo rompiéndose en el piso de abajo, así que poniéndose una camisa de seda que le quedaba grande, se dispuso a bajar las escaleras tallandose los ojitos.

A mitad de escaleras cruzó miradas con Marco y frunció el ceño.

—Lamento que se haya despertado, su novio llegó un poco tomado y tiró el florero.

Su rostro se relajó mostrando una sonrisa adormecida. —No te preocupes, ¿Dónde está?

Pero la respuesta llegó por si sola cuando Louis salió tambaleandose de la cocina con una botella de agua casi vacía en su mano, sus ojitos azules brillaron al ver al chico en el medio de las escaleras.

—¡Bebé! —Su voz era ronca y se notaba que le costaba hablar sin enredarse. —¿Te de-desperté? Jodeeer, lo siento muuuucho Sol.

Harry no pudo evitar reírse mientras bajaba los escalones restantes, pudo notar por el rabillo del ojo la mirada embobada que su guardaespaldas le daba, no era la primera vez que sucedía.

Había pasado un tiempo desde que lo notó, sabía que Marco tenía alguna especie de crush con él y solía quedarse admirando la belleza del rizado cuando pensaba que Harry no lo notaría, pero si, se había percatado de ello en repetidas ocasiones. Sin embargo, el hombre nunca le había dado una mirada que lo incomodara, alguna mirada o acción que le hiciera saber que tenía algún pensamiento sexual hacia Harry y nunca le ha faltado el respeto en lo más mínimo, siempre se ha mantenido al margen de lo profesional y a Harry al igual que a los demás les agradaba mucho, por ello nunca había dicho o hecho algo al respecto. Aunque siempre tuvo en mente que a la primera señal o al primer movimiento que Marcó hiciera y que le incomodara, se lo diría a Louis de inmediato.

Por ello no le dió importancia a la mirada que el hombre le dió mientras se acercaba a él y a su novio, era una mirada que rayaba a lo tierno.

Volviendo a este momento, cuando Harry tuvo cerca al ojiazul, este se recargó en él abrazándolo de la cintura y escondiendo su rostro en el cuello. —Vamos arriba, Lou.

You and IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora