Sale del baño con la toalla envuelta y se mira en el espejo, Y suelta un suspiro. Hoy es el gran día, conocería en persona a Cristian Jones, esperaba que las cosas salieran bien. Luego de durar horas pensando en como hablarle de manera profesional o como actuaría, decidió que sería ella misma. No sabía por que se ponía ansiosa, Si antes no mostraba ningún tipo de emoción, seguro es por que es más fuerte la cosa.
Se puso la ropa que su amiga juana le ayudo a elegir, aunque sus otras amigas le pasaban ropa como si fuera revista, hasta que puso un límite y se quedó con esa. La ropa le quedaba perfecta para su figura, se sentó en la cama y se puso unos tacones blancos. Se acercó al espejo y se observo, se maquillo de manera sencilla, sus labios estaban de un color cereza, su pintalabios favorito.
Lo guardo en su cartera de mano, Y bajo los escalones, Y salió de la casa. Eran las 8:00 de la mañana, el tránsito estaba un poco lento, aparco el auto y salió tomando su cartera. A los lejos vio una multitud de fotógrafos, periodista. Empezó a caminar rápido, Y entró en la empresa. Todos la saludaron, mientra caminaban de aquí para allá, manteniendo el orden del lugar. Subió a su oficina y cerró la puerta, suspiro ruidosamente nerviosa.
Se miro en el espejo, Y tomo algunos papeles de la empresa, como una muestra y lo puso en un folde blanco, se peino el cabello y salió de la oficina sintiendo amablemente a su secretaria que se a acercó a ella.
- El señor Jones, en unos 15 minutos.
-¿Todo esta arreglado?
Las dos empezaron a caminar hacia el salón de reuniones, en medio tenía una mesa grande cuadrada negra y sillas blancas, Y unos cuadros llamativos.
-si, todo esta preparado. Lo más problemático es que los periodistas no han dejado de llamar desde las 3:00 de la mañana.
Entendía, esta noticia les generará mucho dinero. Asiente y entra en el salón, con la secretaria. Renata da vuelta por el salón, viendo que todo este en orden. Escucha un estruendo y unos gritos, la puerta se abre y un hombre con traje negro y con un lapicero entra, luego entra El.
Su traje negro le quedaba justo a su medida, era alto y un Dios griego, era más parecido a un Dios griego, era un Dios griego. Su piel morena, labios rojizos y pelo hacia atrás cayendo hacia los lados. Sus ojos negros la observaban con mucha intensidad que sentía que perdería el equilibrio recorriendola, desnudandola con la mirada. O así ella se sintió. Renata resoplo y controlando las nuevas emociones le sonrió amablemente.
Cristian se acercó y renata le extendió la mano.
-Encantada de tenerlo aquí, señor Cristian
Cristian le sonrió sacándole el último aire que tenía retenido, y apretó su mano con delicadeza, renata quito su mano con suavidad tomaron asientos, Cristian no quitaba en ningún momento su mirada de ella, la miraba detenidamente.
- Encantado conocerla en persona, Renata.
-igualmente- la mirada intensa de Cristian se mantenía sobre ella, dejándola totalmente muda. Sentía que si hablaba, Y va decir incoherencias- estamos a su orden.
- me intereso esta empresa ya que, sigue en el top número uno, Y creo que les vendría bien hacer negocio conmigo.
La voz de el era suave y seductora como si repasará todo lo que y va decir.
-Si, Es un gusto hacer negocios con usted. ¿Por qué se interesó en esta empresa?
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Mr. Cristian Jones.
Разное- Se me olvida que estoy tratando con una mujer que no a estado con un hombre en la cama- Dijo agitado acariciando su mejilla sin evitar sonreír, renata estaba molesta por dejarse llevar. - No lo vuelvas a hacer. -Una mujer que disfruto cada segu...
