Mr. Cristian Jones.

19.

Renata Tomo del café, que la secretaria Había dejado en la mesa, Cristian estaba afincado en la mesa observandola. Quería hacerla otra vez de el, Pero lo detuvo cuando empezó a besarla apasionadamente y empezaba a bajar su bragueta, dejandolo con las ganas, aunque no se preocupaba por que como quiera se va a entregar. ¿Quien se le resiste a el? ¿O el no se le puede resistir a ella? Cada vez que sus labios se encuentra con los de ella, Es como comer miel y que se desliza por su cuerpo, Volviendo pegajoso y su cuerpo reaccione desesperado por estar en ese lugar caliente, que el sólo la hizo probar.

Dejo la taza en la mesa, Y se levantó. Atenta a la mirada de Cristian.

-¿Sabes que me iré a mi país natal, en una semana?

-Le dije a tu padre que teníamos muchos trabajos más- Trabajo más, significaba disfrutarse más, Ella subió una ceja cruzandose los brazos, le agradaba la idea- No te pongas a la defensiva mujer.

-¿Y si salimos por la televisión?

-Siempre salimos- Se volteó y tomo un periódico con desgana empezó a leer- "Cristian Jones y renata princ estaban en la fiesta de representantes muy juntos, ¿Están saliendo?"- El subió una ceja y envolvio el papel en una bola y la tiro en el zafacon- Olvídate de los negocios.

Se quedaron observando unos segundos, Cristian la rodeo firmemente y la subió en la mesa, poniéndose entre medio de las piernas de ella.

-Y si, nos descubren..

-Nadie entra sin mi permiso- Desabrocho los botones de la camisa de renata, dejando ver un sostén negro y abrió la camisa completa- Por que los despido.

-Muy rudo- Los dos se fundieron en un beso fogoso, renata desliza los dedos por el saco negro y el lo deja caer en el piso, Sólo se escuchaban los labios y las lenguas chocar, Cristian jadea baja las manos al pantalón de ella y quita los botones lo desliza por las piernas de ella, dejando ver su hermoso y gran apetitoso lugar, el se afinco en el piso, Toma la braga deslizándola y guardandola en su bolsillo. Renata Veía todo desde arriba excitada. Sintió algo húmedo y caliente frotarse con su clítoris de manera erótica, haciendo que suene las caderas de Renata se empezaron a mover- Ahh.. Cristian- Se mordió su labio inferior, disfrutando los movimientos de aquella lengua traviesa, Su cuerpo se estremeció y justo en el instante que y va a llegar el se detuvo- ¡Cristian! No pares...- Dijo bajo balbuceando.

Jones sacó su miembro que estaba por explotar si no entraba a ese lugar que estaba bastante mojada, Se puso un condón. Roso esa entrada y entró deslizándose completo, Renata se tapo los labios para que no la escucharán. Estaba en la oficina del Cristian jones, y el tenía muchos empleados por doquier.

Empezó a moverse lento y profundo, Renata se acostó en la mesa abriendo más su pierna sintiéndolo completo. La camisa de Jones estaba desabrochada dejando ver su abdomen.

- ¿Quieres que me mueva más rápido?- Pidió sonriendo, y poniendo una mano cerca del rostro de renata que asintió- Pidelo- deslizó el dedo por su cuello y la miro desde arriba. Esperando, paciente.

-Solo Muévete- Dijo Renata, Al sentirlo muy adentro, El subió las cejas.

-Oh, A esta renata nunca conocí- Empezó a moverse rápidamente, Sus pieles chocaban haciendo eco en aquella oficina, Sus gemidos y jadeos intentaban mantenerlos bajo, Pero le era imposible de lo bien que se sentían. Empezó a mover sus caderas en círculo.. Dejando a una renata delirando. Quería castigarla por provocar esas sensaciones en el, Nunca se sintió tan atraído a una mujer, Hasta que la vio en aquella fiesta.. Era Hermosa y sigue siéndolo, Con su pelo castaño hasta la cintura y su sonrisa perfecta haciéndolo pensar en toda esa noche. Hasta encontrarse con el padre de ella. Soltó un Jadeo y sus cuerpos empezaron a temblar llegando al orgasmo por sólo pensarla. Y teniéndola cerca era un triple orgasmo.

Los dos se quedaron en el mismo lugar, Recuperando el aire y se fundieron en otro beso apasionado. El control en ellos no existía, Sólo quería disfrutarse hasta quedarse sin fuerzas, El se salió de ella. Y la observo, sus piernas estaban abiertas y su parte íntima estaba mojada y rosada. Parecía un pan recién salido del horno, El disfruto la vista unos segundos.

Renata cerró las piernas y soltó un suspiro. Vaya, Nunca pensó en sentirse de esa manera por el, Tomo asiento. Cristian estaba arreglandose y la miro sonriente buscar su braga.

-¿Viste mi braga?

-No- Mintió y le paso el pantalón, Renata lo miro en silencio.

-Voy a mojarlo con mi.. - El sonrió perversamente, Y sacó su braga, Renata sonrie.

- Te la pondré Yo- No quería perder más el tiempo y asintió con las mejillas rosadas, El se acercó y se agachó en el suelo viéndola desde arriba, poco a poco fue subiendo las bragas mientra sus dedos rosaban sus muslo, Se enderezo y la subió completa- Eres hermosa Renata- Los dos se quedaron mirando, Esas miradas no eran simples, Significaban más. Luego de cambiarse, arreglaron todo y salieron de la habitación. Nadie Se dio cuenta de lo que hicieron, algunas secretarias se acercaron a Jones y le hablaron sobre reuniones y que las tuviera pendiente. El asintió a todas y salieron de la empresa.

Renata y Cristian empezaron a caminar hasta el auto, Cuando la mano de Cristian la jalo a el otro lado.

-Cristian Jones- Dijo un hombre alto de ojos color castaño y cabello negro, Piel morena y con aire de persona superior, aunque Cristian era más alto y fuerte- Cuanto tiempo, Señorita princ.

- Robert Sir- Dijo Cristian amablemente- cuanto tiempo.

- Si, Jones- Robert mira detenidamente a renata, Jones gruño por la mirada de lascibia que le estaba dando, admitía que el siempre la mirada como un completo pervertido, Pero Se controlaba. Bueno, No. Pero intentaba- Buenos negocios princ.

-Buenas tardes Robert sir, Un gusto conocerlo- robert le extendió la mano y renata la y va a tomar, Pero Jones se lo impidió hacia abajo sorprendiendo a los dos.

-Si, Nosotros dos tenemos mucho trabajo por delante, Si me disculpa Robert sir. ¿Nos permite seguir nuestro camino?

-Claro- Le abrió espacio para que siguieran caminando- Disculpe si les incomode.

- No te preocupes, Robert sir. Pase buenas tardes- Empezaron a caminar alejándose del Hombre que sonrió, "Al parecer una mujer te tiene loco, Cristian" renata Entró al auto, Y lo miro curiosa.

-¿Y esa mala educación?- Cristian encendió el auto, Ignorando.

No quería responder y estaba molesto consigo mismo, No le gustaba celar. Ni demostrar debilidad ante ninguna mujer, Sólo era una simple representante, O así la consideraba al principio. Aunque esa simple representante: Era Renata princ que  estaba empezando a enterrarse en su corazón.