Mr. Cristian Jones.

8. Padres.

Las ventas subieron más de lo que esperaba, las ganancias eran mucha. Luego de esa cita de negocios algunas cosas habían cambiando, estaba más estresada de lo normal. Cristian Jones, no había vuelto a llamar. Parecía un fantasma que sólo sale cuando le conviene.

Le molesto como la trato la última vez, o el se empeñaba sólo en hacerla sentir así. Empezó a correr más rápido por la carretera ya que estaba solitario, Y le gustaba calentar sus músculos. ¿Qué no se enamoraria de alguien tan guapo así? Suponía que su corazón se equivocó, Y el se lo dejo claro. Parece que el se dio cuenta, "¿Qué esperabas?" El desde un principio fue recto, así que ya. Dejaría Las mariposas de lados, Y se concentrará en hacer la mejor representante.

Se detuvo y descanso unos minutos. Hoy era un domingo muy caluroso, comenzó a caminar, los autos empezaban a salir y el sol también. Llego a casa, se dio una ducha, Y miro su libreta de que hacer.

1. Visitar a sus padres
2. Hacer las compras

Se quedó mirándolo, Y lo puso en la mesa, hace meses que no visitaba a sus padres. Los echaba de menos, suponía que por eso su madre siempre la llamaba y le regañaba. Se puso unos pantalones de tela, camisa Y unos zapatos negros y se dejó el cabello rizos, Y un pintalabios bajo las escaleras y salió de casa. Antes de entrar en el auto, Pedro estaba hablando con una chica y volvió la mirada hacia ella, Y le sonrió, la saludo de lejos. Renata le devolvió el gesto, Y encendió su auto y se fue alejando, después de todo pedro no parecía mala persona.

Llego a una residencia muy silenciosa, había casa blancas y grandes. La casa de su madre destacaba mucho, de color azul. Estaba regando agua a sus flores cuando la vio, salió abrazarla de inmediato.

- pensé que nunca vendrías Renata.

-Ya estoy aquí- le dio un abrazo y entró a la casa, era de mucho espacio y los recuerdos de su niñez vinieron como una película, pasaba hora leyendo en el sofá cerca del ventanal, mientra su madre regañaba a su hermana- ¿Y mi padre?

- ¿estoy tan viejo que no te acuerdas de mi?- Su padre salió de una habitación y le dio un gran abrazo- cada día contaba los minutos para verte, hasta estaba pensando en ir a esa empresa.

Renata, sonrió y tomaron asiento su madre también tomo asiento.

-¿Cómo estás padre?- Ahora estaba más delgado y con los cabellos blancos aunque nunca se decae, le preocupaba su salud, el siempre decía que estaba Bien. Luego de ese infarto, tenía a su padre todo el día en su mente.

-Yo siempre estoy bien, Hija mía. Nunca me veras triste, ya que las cosas malas son cosas de la vida- le dio con un dedo en la frente- de ellas se aprenden. ¿Cómo te va, eso de los negocios con Cristian Jones?

Su madre se levantó, Y se fue dejándolos solo. Renata soltó un suspiro, no le y va de todo mal. Después de todo Cristian era de palabra, pero la no la dejaba tranquila su silencio.

- Me va bien.

- ¿Cómo es Cristian Jones? Supongo que es un caballero.

-Es un orgulloso, Y tiene el ego muy alto, piensa que cuidar niños huérfanos no es de gente "Empresaria"- El padre se ríe, Y su madre le trajo un café- estaba pensando en rechazar ese contrato, pero decidí que No.

- Jones, lo conocí hace unas semanas. Es un buen caballero y tiene mucha amabilidad.

-¿Cómo que lo conociste hace semanas
...?

-Estaba en italia firmando algunas cosas, ¿Hija se te olvida que soy segundo dueño de la empresa?- Renata niega- el me reconoció y empezamos hablar cosas triviales.

Algo le decía que su padre tenía que ver mucho en eso de haberlo conocido.

-¿Le hablaste de mí?

- Claro, El quería hacer negocios conmigo y le dije que mi Hija le podría aceptar ese trato ya que, eres la que te encarga de todo- renata lo miro decepcionada y su padre le sonrió y tomo de su café- Estoy jubilado, Y no voy a perder esa oportunidad.

- Si, pero.. El podría comportarse como un príncipe contigo, pero conmigo es un..

-Eres muy cerrada- hablaba igual que Cristian, su madre sonreía escuchando todo y leyendo una revista- deberías soltarte.

- Estoy suelta- Habla fastidiada- Y sólo es negocios padre, ¿qué pretendes?

-¿Yo? Nada. Sabes que yo siempre soy que el te aleja a los viboros. Pero, en esta ocasión no podré. ¡Además Estoy orgulloso de ti¡ no todas las chicas tienen esta suerte.

Se quedaron hablando de otras cosas, gracias a su padre Cristian se acercó a ella. La puerta se abrió, Y entró una elegante mujer con dos niños que saltaron encima de renata, que los lleno de besos.

-¡¿me dejaste por la fama renata?¡- Renata niega y le sonríe dandole un enorme abrazo- nuestra madre, me llamo para que viniera a verte. Por que si no te irías y no podría verte más.

Empezaron a comer y hablar tranquilamente, en todo momento le preguntaban que como le y va. Y eso le reconfortaba, su familia siempre había sido muy unidad y que ella se alejara un tiempo, les afectó.

La tarde paso tranquilamente, ella se despidió y se alejo de ese lugar, aprovecharía para hacer la compra ahora, aparcó el auto y entró en la tienda, tomo un carrito y sintio como le tiraban fotos. Ignoro eso, Y empezó a comprar muchas frutas, luego de comprar lo necesario. Sólo les faltaba una cosa, se acercó y antes de que pudiera agarrarlo alguien más lo había tomado. Bajo la mano y se dio la vuelta encontrándose con Charlie, su estómago se le removió.

- Renata, que sorpresa encontrarnos aquí- comentó sonriendole. Ver a su primer amor y último amor, la dejaba sin respiración. Pero, ya no era una niñita de 19 años de edad.

Aunque ocultemos lo que sentimos será imposible. Renata le sonríe, Y toma un pote de cloro y lo pone en su carrito.

-¿Y Israel?- pregunto, No le interesaba en absoluto la vida de Charlie. Buscando más productos de limpieza, para no mirarlo.

-El esta bien, Dice que te quiere ver- eso le ponía feliz, por lo menos se ganó el cariño del niño.

-Mandale saludo de mi parte

-Renata- Detuvo su carrito y se volteó- Me quiero disculpar por dejarte en el pasado devastada.

- No importa- Dijo sonriendo falsamente- Ya lo superé.

- Me alegro, Cuidate mucho- Y se fue, dejándola sola. Renata, limpio una lágrima y soltó un suspiro. No debía afectarle lo dejo atrás. Esos sentimientos serán borrados, de alguna manera.