Prologo

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— ¡Papa!

La princesa de cabellos rubios corrió abrazar a su padre, sosteniéndose de la cintura del mismo sin dejar de sonreír, una sonrisa encantadora, tan encantadora como su apariencia.

— Tomemos el te juntos. — pidió la princesa con ojos de cachorro, teniendo éxito al ver la mirada de su padre.

— Si es lo que deseas, Jim te complacerá.

Athanasia rio encantada. Era hoy o nunca.

Su nana se encargo de servir el te y los postres en la mesa junto al jardín, siendo Félix quien vigilaba un poco apartado de ellos por orden de Claude.

— Papá — Llamo tratando de llamar su atención.

El rubio se encontraba mirando la taza de te como si fuera lo más fantástico del mundo. En estos días noto a su padre un tanto ido con ella y con los demás en general.

— ¿Te encuentras bien? Papá, Te vez muy distraído — comento preocupada y nerviosa.

Felix sonrió ampliamente al observar el rostro de su amigo. El sabía por qué estaba de esa forma.

— Es por Lady Laufel.

— ¿Lady Laufel? — la rubia cuestiono ahora al guardia quien, se encontraba sudando por la mirada de su amigo.

— S-si , su majestad gusta de —

—Felix, cállate.

El pelirrojo callo al instante, haciendo un tierno puchero por la frialdad de su amigo. Athanasia llevo una de sus manos a los labios para ocultar su sorpresa, su padre gustaba de alguien más.

¿Que no era Dianna la única en su corazón?

¿Sería una buena persona? O ¿Tendría a un enemigo a sus espaldas?

¡No entiendo! ༎ຶ‿༎ຶ

La Diseñadora de Obelia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora