Capitulo 1

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Sus manos temblaron de los nervios, preguntándose una y otra vez sobre que hacer, sus inseguridades surgieron a flote, no era nada malo lo que descubrió hace poco, no, no lo era. Su padre estaba enamorado ¿Y que? Nada cambiaría en su relación ¿Verdad?

— Tranquilízate — Lucas tomo un sorbo de su te, aburrido — Explotará tu cabeza con todas tus absurdas ideas.

— No son solo ideas absurdas, son posiblidades Lucas — la rubia le miro mal.

— ¿Por qué dudas? Tu padre te quiere, de una forma peculiar pero lo hace — tomo una galleta del plato y la devoro en segundos siendo observado por la princesa.

— Yo sé que me quiere p-pero nunca espere que hubiera alguien más en su corazón... — jugó con sus dedos con vergüenza.  Lucas rio divertido.

— ¿Y que? Tendrás una madre, bueno, madrastra. No tendrás que soportar a tu padre todo el tiempo y pasaremos más tiempo practicando tu magia ¿Genial no?

— Si, fantástico Lucas

— Oye, la ironía no es lo tuyo.

— Lucas, en cerio empiezas a irritarme.

— Oh, que mal, creí que te gustaba.

— ¿Tu? Jamás.

— Mentir a tus mayores afectará tu estatura...dudo que realmente lo haga de todas formas.

— ¡Eres un...! ¡Vete de aquí!

El mago sonrió y desapareció en un abrir y cerrar de ojos. La rubio roja de ira comió lo que quedaba de las galletas en el plato para después suspirar al acabar.

Solo esperaba no quedar en el lado equivocado con su padre, tenía que ganarse a Lady Laufel, de esa forma si su padre decidía matarla, la protección de su enamorada sería una ventaja.

— Si puedo, si puedo.

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Un carruaje se detuvo en el palacio del emperador. De su interior salió una figura femenina, pequeña, adorable a la vista, con largo cabello rubio que caía por su espalda. Los sirvientes que presenciaron a la fémina quedaron encantados por su tierna apariencia. Un hermoso ángel había arribado al palacio.

El mayordomo principal guío a la dama hacia el salón privado del emperador, dónde normalmente tomaba te con la princesa Athanasia pero eso no tenía porque saberlo la bella mujer. Mientras caminaban, Roxana daba saltitos de emoción, contenta de volver a ver al adorable príncipe Claude.

— Disculpe señor ¿Cómo es el emperador Claude? ¿,Es regordete? ¿Tiene mejillas redondas como una ardilla bebé? ¿Sus ojos son más brillantes que antes?

El anciano tuvo un leve mareo con el bombardeo de preguntas. Ladeó la cabeza cansado.

— Si continuamos responderé todas sus preguntas Lady Laufel.

Los brillantes ojos azules lo cegaron levemente, ahora se sentía mal de mentirle, la sonrisa de la jovencita no podía ser más linda.

— Esta bien señor, gracias por su amabilidad. ¡Me llamo Roxana Laufel mucho gusto! — comenzó a dar saltitos junto a el presentándose con una reverencia.

El anciano le dió una sonrisa, era tan inocente que daban ganas de abrazarla. Retomaron su camino al salón. Al llegar, abrió la puerta, anuncio a la dama y la dejó pasar para después retirarse apurado. Llorando internamente por dejar a la jovencita así nada más.

Roxana parpadeo confundida y miro al hombre frente a ella. Claude regreso la mirada. Ambos parpadeaban confundidos, hasta que la fémina sonrió ampliamente, dando una imagen de pureza máxima al emperador.

 Ambos parpadeaban confundidos, hasta que la fémina sonrió ampliamente, dando una imagen de pureza máxima al emperador

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— ¡Claude, hola! ¡Cuánto tiempo sin verte, hermana mayor te extraño mucho!

El sonrojo inundó la cara del hombre, pero aún así devolvió la sonrisa a su amada, complacido de verla acercarse y abrazarlo. Su estómago se revolvió ante el contacto tan familiar.

— Mi querida Roxana — rodeo su cintura , pegando más su cuerpo, tratando de sentir su calidez — No sabes cuánto te eche de menos.

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Roxana NO es hermana de sangre del teñido. Cabe aclarar que en esta historia no hay incesto.
Solo se dice a si misma"hermana mayor" por qué la madre del entonces pequeño Claude así la nombró (Claude no la consideraba su hermana en si, la considera desde pequeño su único y gran amor).

La Diseñadora de Obelia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora