Mi Vida Entre La Oscuridad

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Luego del interrogatorio de Omar acompañe a escoltar a la chica a la arena donde la pondrían a luchar a muerte. Cuando estábamos a punto de llegar esta se detiene de repente. La observe, se veía tan sumida en sus pensamiento que ni siquiera estoy seguro de que me este escuchando.

-Oye, ¿Estas bien? - le preguntó pero no me responde.

Luego de unos minutos su postura cambia, puedo percibir como esa energía siniestra la cubre nuevamente. En su mirada se lograba notar la determinación y que estaba molesta. No estoy seguro quien sea en realidad ni como logra causar tantos problemas pero la idea de que arriesgue su vida no es algo que considere bueno. La verdad es que si quiero saber a que se refieren todos necesito ver el por que la quieren muerta. Nesesito saber el por que la llaman Bestia.

Retomamos nuevamente el camino hasta llegar a una puerta doble donde claramente de puede escuchar a los demás gritar del otro lado. Al abrir las puertas la chica mira el lugar con atención pero se tensa de momento dejandome saber que algo no anda bien. Miro el escolta y le indicó que se retire y este obedece. Por alguna razón estoy nervioso. Me siento estúpido y eso me molesta. Ella esconde algo y no se que es. El aroma que desprende ella además de la sangre y la suciedad es algo extraño. Se que me es conocido pero de donde.

El imbécil de Omar la quiere muerta pero no puedo dejar que se salga con la suya, no puedo permitir que la asesinen antes de saber por que tanto odio hacia ella. El por que de su nombre y como llegó a este lugar; pero sobre todo me gustaría saber que demonios es.

-No dejes que te asesinen- digo a lo que la observo y me veo atrapado nuevamente en su mirada fría y cortante. Cada vez que pasa esto es como si supiera que voy a hacer leyendo mis pensamientos, como si supiera algo que yo no y eso hace que me ponga más nervioso e incomodo. - Te sacaré de aquí, no permitiré que te hagan más daño.

Ella me observa pero me doy cuenta de que esta mirando realmente. Mis ojos son reflejados en los de ella y el anillo rojo que intentó pasar desapercibido con el maldito hechizo de Amelia. La mirada de esta chica parecen un espejo que refleja aquello que ocultamos, aquello que no queremos que otros vean, aquello que tanto queremos olvidar y de cierta forma tengo que admitir que me da miedo.

Logró romper el contacto visual e intente pensar en otra cosa que no fuera en lo extremadamente extraña que era esta chica.

- No necesito tu ayuda- dice cortante mientras acaricia sus muñecas con suavidad.

Esta estira su cuerpo como si recién se hubiera levantado de una larga siesta mientras sus huesos se acomodan logrando hacerla soltar un querido debido a los azotes. Sin poder evitarlo me acercó a ella y le tocó el hombro pero una leve descarga hace que retroceda dejándome aturdido pero en el fondo se que ella también lo sintió.

- Estoy bien- dice trayendo a la realidad.

Es que acaso no ve que nesesita sanar. Solo va lograr que la maten en su estado.

-¡No!, lo que necesitas es descansar! - digo, pero me interrumpe el mismo idiota que la escoltaba.

La chica de la nada deja de prestar atención al que la empuja dentro de la arena para luego tomar su lugar en la esquina.

Yo por otro lado, soy escoltado hasta la azotea junto a los demás líderes tomando asiento junto a Omar. Este se pone de pie para dar el discurso, las reglas y por último el inicio de la batalla.

Desde aquí se ve el estadio completo, pero al darme cuenta quien estaban abajo al lado contrario de la chica mis teorias de que quizás ella no sobreviviera son muy altas. Espero que Amelia cumpla su palabra.