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Mi castigo

Me despierto aturdida pero mi cuerpo reacciona dejando de lado la anestesia que siento en mi. Miro a mi alrededor y solo veo rejas de plata con el mango de acero cubierto con cuero.

-¿Doom?

Rápidamente reconozco la voz en mi cabeza de nuevo, pero estaba débil y casi inaudible.

Me incorporo apoyando mi cuerpo en la pared mas lejana de la celda. Miro, pero solo hay oscuridad. Mis ojos se ajustan y puedo lograr ver el calor de cada cuerpo aquí abajo. Esto es una especie de cárcel subterránea.

No podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Toda raza extraña, extinta y inexistente estaba aquí. Unos a golpeados, otros luchando por sobrevivir y los demás, esto es inhumano. Jamas había visto una manada tan cruel como para hacer tal cosa.

Me concentro en lo que me rodea logrando que mis sentidos se agudizaran al máximo. Escuchaba los sollozos que provienen de cada calabozo, podía sentir el dolor de cada prisionero y prisionera, lograba oler la sangre que salia de cada uno y podía hasta ver lo que ellos. Todo esto es un castigo, esto es real. Mi mente vagaba en cada criatura en este subterráneo. Pero una en especial llama mi atención, Titana. Esta estaba siendo arrastrada por tres hombres hasta mi celda. Uno de ellos se acerca a la cerradura de mi celda con guantes de cuero logrando que la plata no lo lastimara. Los guantes eran ya que el mango de cuero y el acero era solo una falsa. Es solo pintura para engañar a prisioneros de raza lobuna.

Al lograr abrir mi celda estos entran y con ellos Omar los acompañaba.

-Hola hermosa.

No contesto y mi mirada se fija solo en el cuerpo inerte de la chica que le salve la vida en la arena. Omar al ver que mi atención es dirigida a ella este le hace señas a los que lo acompañaban y estos amarraron con una cadena cada brazo de cada esquina de la celda.

-Esto es sencillo, si cooperas no le haremos mas daño a la chica.

El silencio retumbaba en cada rincón del lugar, los sollozos de las que una vez se oían del cual su cuerpo pedía a gritos de ayuda no eran ni siquiera audibles.

-ok...esto tomara un momento si así lo deseas- dice mirando al chico mas alto con su mano extendida.Este le ofrece un látigo y puedo sentir la plata pura del que esta forjado este.

Omar se acerca a Titana y esta reacciona al escuchar el chocar del látigo forjado con plata pura tocar el suelo.

Este me mira y como ve que aun no respondo mueve el látigo y con el le da un latigazo tras de otro a la chica encadenada frente a mi. A esta la plata no le afecta pero la fiereza de cada golpe la ería a un mas provocando que esta gritase de dolor. La sangre comenzaba a calentarse y esta se hacia presente en un parpadear de ojos. Titana gritaba y yo estaba inmóvil. Omar se detiene y me mira.

-Ahora hablaras y me dirás de donde provienes o tu castigo seguirá siendo el sufrimiento de tu amiga.

Mis palabras no lograban salir yo solo me enfocaba en la sangre que cubría el cuerpo de la chica y otra vez estaba ese pequeño demonio en mi mente, ese que odiaba tanto que estuviera presente.

-Vamos se que quieres, anda acercate.

Niego con la cabeza borrando esos impulsos. ¿Que rayos me sucede?

Omar se desespera al ver que no había respuesta alguna de mi parte y continua azotando a la chica. Yo ya no podía con este castigo. De alguna manera no puedo quedarme sin hacer nada y menos dejarla morir por mi. El pulso de Titana disminuía y su corazón se hacia aun menos audible a mi escuchar. Necesitaba detenerlo.

Doy un paso al frente y este se detiene mientras una sonrisa se asoma en su rostro. Lograba sentir la satisfacción y lo excitante que era para el, causar dolor. Mi mente se nubla tornándose oscura. Una vez mas volvía a ella . Aquella cortina oscura que toda mi vida e combatido. La oscuridad. Puedo sentir la humedad que esta trae, la fría brisa como si solo el suspirar de un frio invierno se acercara, escuchaba el silencio que esta traía como el callar del cementerio, podía sentir el poder que en ella estaba en vuelto.

La habitación se volvía oscura y la pequeña pero espesa neblina estaba haciéndose presente en la celda. Omar al ver lo que pasaba en su rostro había confusión pero la sonrisa de satisfacción estaba aun presente.

- ¿Como haces eso, eh hermosa?

Mi respuesta aun era custodiada por el silencio que retumbaba en el lugar. Omar al ver que permanecía sin responder alzo nuevamente el látigo pero antes de que este tocara la piel de la chica cuyo estado era inconsciente; pude lograr sostenerlo evitando la muerte de esta una vez mas.

Levanto la mirada y con esta atrapo aquellos ojos color zafiro que tanto me costaba entender. Como tanta crueldad podía ser manifestada en el. Este mantiene su mirada fija pero por alguna razón su seriedad me era divertida. Sentía su frustración, me era fácil oler su miedo que opacamente intentaba ocultar con ira. No pude evitar sonreír y por algún motivo eso lo asusto.

Este es mi castigo pero yo no estoy dispuesta a aceptarlo.



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Hasta aquí el capitulo. Se que llevo tiempo sin actualizar pero haré mi esfuerzo para recompensarlos.

Att: S.N

En multimedia esta Omar.

Mi Vida Entre La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora