(Drake)
-Es aquiiiii-grita Kendall mirando por la ventanilla, hemos vuelto a la ciudad y Kendall nos ha propuesto ir a una discoteca bastante conocida, que asegura, con sus mismas palabras, "que habrá alcohol y diversión para parar a un tren". Empiezo a pensar en que es mala idea cuando cruzamos la puerta, donde mis oídos reciben la música demasiado alta y los gritos de la gente no me dejan escuchar ni mis propios pensamientos.
-¡Esto es genial!-grita Kate cogiéndole la mano a Liv donde cantan el estribillo de una de las canciones del momento. Miro a mi alrededor mientras nos dirigimos a la barra, hay una gran cantidad de gente bailando en la pista y cantando las canciones que pincha el DJ, situado en una de las esquinas. La discoteca solo se encuentra iluminada por pequeños focos de colores que se encienden al ritmo de la música y con los que consigo llegar a la barra sin tropezarme, aunque otros no
-Lo siento mucho-se disculpa Liam al chocar con un chico que mide medio metro más que él, este lo mira con desagrado, pero por suerte no hace ningún comentario, a partir de ese momento el pelirrojo avanza con más rapidez.
Kendall insiste en pagar la primera ronda y en mis manos aparece una bebida con un color bastante dudoso, mis labios se empapan de este color azul oscuro y me parece notar piña y coco, además de una excesiva cantidad de alcohol, al estar soportable, decido no añadir ningún comentario.
-¿cómo se llamaba esto dices?-pregunta Liam bastante dudoso mientras mira la bebida con una mueca
-no sé su nombre real, pero aquí lo llaman sangre de pitufo, es la bebida estrella-responde con una sonrisa, seguida de un largo trago de la sangre de pitufo. No nos deja contestar porque se empieza a dirigir a la pista de baile, seguido de Kate y Liv, que ríen a carcajadas mientras hablan animadamente.
-Ai, mujeres-susira Liam mientras se apoya en la barra, y yo justo pienso lo mismo, ¿cómo puedo llevar aquí 3 días y andar tan perdido? Busco a Tania con los ojos y la veo unos pasos más allá, mirando la bebida distraídamente mientras pienso en lo que ha pasado hoy, ¿cómo puedo gustarle? No he hecho nada en especial, es más, he sido duro con la mayoría de ellos y admito que arrogante en bastantes ocasiones. Y después está ella, bailando en la pista de baile, con su vestido negro y su cabello castaño, riendo y disfrutando sin mí, está mejor sin mí, sin el psicólogo cascarrabias que solo hace que empeorar las cosas.
-suerte que me gustan los hombres-añade el pelirrojo, y yo despierto de mis pensamientos y aparto la mirada de Kate, que parecía hipnotizarme siendo ella, tan solo ella.
-busca a alguno esta noche-le aconsejo
-¿yo? queva queva-hace un gesto quitándole interés y lo peor, importancia.
-¿por qué no? A mí me pareces un tío de puta madre.
- puedo llegar a ser muy rarito
Allí está, el miedo a ser rechazado por ser como es, por tener TOC, alomejor no se refiere solo a eso, pero ¿no todo el mundo tiene miedo a ser rechazado por ser como es? Y sin ni siquiera tener ninguna enfermedad o trastorno, algunos prefieren aparentar lo que no son, otros optan por alejar a las personas de su entorno por miedo a que le hagan daño, y Liam, como muchas otras, prefieren echarse a un lado, no molestar con su presencia, ser la sombra en la vida de los otros.
Y eso no puede ser así, no puede seguir así.
-Sea lo que sea lo que crees que te hace rarito, ¿es parte de ti no?-como veo que no responde, deduzco que no miento- y si a la gente no le gusta, peor para ellos, porque ya llevo unos cuantos días conviviendo contigo y puedo asegurarte que eres una persona cojonuda y que ya les gustaría a todos tener a un Liam en su vida, y los que no lo quieran, un amargado más en el mundo.
ESTÁS LEYENDO
El famoso y tú
Teen FictionKate ha tenido sus problemas... ¿como todo adolescente verdad? Lo que la hace diferente es su costumbre a desahogarse con uno de los cantantes más famosos del momento, Ben. Su chat con él está repleto de vídeos y mensajes de Kate, que está tranquila...