Relatos y pensamientos de un mortal

El sentimiento trágico de la soledad.

Existen millones y millones de personas en el mundo. Y paradójicamente, estás solo. Nadie va a ayudarte por puro altruismo. De hecho, lo común es que quieran fastidiarte, borrarte del mapa.

¿Dije ya que las masas son egoístas? Y por si fuera poco, estúpidas. No van más allá de lo que ven sus ojos, y son incapaces de comprender que todo es mucho más sencillo en grupo.

Y aquí el tema no es solo el trabajo en equipo. Es el día a día, con los que te rodean. No siempre es fácil ser simpático. Algunos, ni se molestan en serlo. Pero, hablo en serio cuando digo que un abrazo, un "estoy aquí para lo que necesites", una muestra de cariño, etc. puede salvar vidas. Exactamente, vidas.

Pero no. Uno se ve forzado a ser un lobo solitario, a actuar por su cuenta, a no dejar de pensar para que no se te escape nada, a estar alerta continuamente.

Y es que todos queremos amor. Nadie quiere estar sólo. Y sin embargo, todos estamos aislados del resto.