La vida explicada para dummies.

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Podemos visualizar y clasificar al mundo entero en tres categorías: ovejas, lobos y perros pastor.

Las ovejas son las masas, la persona promedio, incapaz de detenerse a pensar y hacer un análisis crítico de la situación. Se guían por el miedo y los placeres y normalmente tienden a seguir a alguien que manipula el rebaño a su gusto, muchas veces en su propio beneficio, rara vez las ovejas salen ganando. Y si lo hacen, es porque a costa de ello el cabecilla ha obtenido una recompensa mucho mayor.

Los lobos sí se detienen a pensar. El problema aquí, es su falta de escrúpulos. Acechan a los rebaños y esperan el momento justo para hacer acto de presencia y beneficiarse de ellos o comérselos en el intento. El rebaño, sin más opciones para elegir, se ven obligados a quedar subordinados a los intereses de los lobos.

El perro pastor es un tipo de humano muy poco común, y realmente valioso. Piensa, evalúa la situación, y concluye qué es mejor para todos, y lucha por ello. Ni falta hace decir que los lobos no están interesados para absolutamente nada en tener un perro pastor merodeando por los alrededores. En cuanto se encuentran uno, rápidamente se enfrentan a ellos directamente o ponen a las ovejas contra ellos.

Ser el perro pastor de la vida es la tarea más difícil de las tres opciones planteadas. No obstante, es sin duda la más acertada, y el mundo necesita más perros pastor.

Relatos y pensamientos de un mortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora