Pax.

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Los tiempos de guerra traen guerreros.
Los guerreros traen tiempos de paz.
Los tiempos de paz traen cobardes.
Los cobardes traen tiempos de guerra.

Es algo que se puede apreciar muy bien en los libros de historia. Pero también ocurre en el día a día. Personas que han luchado hasta el final para conseguir algo, y al conseguirlo, bajan la guardia y se vuelven ineptos y despegados de la realidad... Hasta que esta les da en todos los morros.

Y yo me incluyo en ese grupo: absolutamente nadie está exento de lo que he dicho. Es normal, por otro lado. No siempre se puede tener la guardia alta.

Pero sí se puede distinguir al guerrero del cobarde. El guerrero tendrá bajones. El cobarde subidones.

No obstante a la hora de la verdad sabrás quien luchará por sus principios, valores y sus seres queridos. Y quien no. Quien se dejará la piel adquiriendo conocimientos y entrenando su cuerpo al límite. Y quién no. Quien da respuestas y resultados. Y quien  no. Quien se hace respetar. Y quien no. Quien repudia la opción de ser inofensivo. Y quien no.

Claro que no puedes obligar a toda la población mundial a que “le eche cojones" a la vida. Ahora bien, creerme: nadie salvo tú va a estar presente en todos y cada uno de los problemas de tú vida. Entonces, por tú bien y el de los tuyos, más te vale ser un guerrero.

Relatos y pensamientos de un mortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora