Si, has leído correctamente. Y es que, cuando uno intenta ayudar, puede terminar complicando las cosas. Directamente, puede destruirlas. Pero, ¿por qué? ¿Si yo quería ayudar, no estorbar, porque esto que he hecho ha traído consecuencias fatídicas?
Pues verás. Es una verdad dura de aceptar que, cuando reina el mal, aunque se hagan cosas inmorales y despreciables, existe un orden. Un orden prácticamente inquebrantable. Pongamos el caso de la Alemania Nazi. Todos, sino la gran mayoría estamos de acuerdo en que se cometieron atrocidades en cada esquina. Pero se cometieron porque nadie de dentro alzó la voz en contra, y los que la alzaron sufrieron las más duras represiones. Había un orden. Tú podías vivir. Mal. Pero vivías. Cuando Los Aliados empezaron a acercarse peligrosamente a Alemania, empezaron las ejecuciones en masa. Que ya las había, si, pero ahora más. Miles de millones murieron en esa guerra, alemanes y no alemanes. Pero, si los aliados sólo querían ayudar al pueblo germano... ¿Y han matado por su culpa a buena parte de este?. ¿Quiere decir eso que no debían haber intervenido? No.
Aunque comprendo que es complicado de entender, creedme cuando digo que el bien puede, y traerá mal consigo, pero no por ello hay que darle la espalda a este.
Sólo has de aceptar sus consecuencias y seguir adelante.
ESTÁS LEYENDO
Relatos y pensamientos de un mortal
Mystery / ThrillerMi válvula de escape a la realidad. Escribo lo que no puedo decir en alto. Presta atención a la lectura, son sabias palabras.