Cosas extrañas rodean a Naruto desde su nacimiento y ni siquiera el hokage sabe que es, hasta que un misterioso anciano llega a Konoha alegando que Naruto tiene magia.
Naruto conocerá muchas personas diferentes y descubrirá que es difícil tratar con...
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Había gente por todos lados y parecían tener prisa, ella tuvo que esquivar para evitar ser atropellada por un adulto que llevaba un maletín a su lado y luego a una mujer que llevaba a rastras a un niño pequeño diciendo algo que Naruto no alcanzo a escuchar por el sonido de las voces y pasos. Cuando el asombro inicial paso, lo siguiente en la lista de: "Estoy sola en un lugar que no conozco" empezó, una ligera angustia se canalizo y finalmente empezó a buscar... algo, ni siquiera estaba segura que era un "Andén" como tal.
Así que simplemente miro a la gente pasar a su alrededor parándose de puntitas, eso funciono de algo cuando vio a unas personas con grandes equipajes como ella tomar un tipo de cosa con ruedas "Carrito" escucho a alguien decir al agarrarlo.
Ella misma tomo uno y dejo su equipaje sobre él, ¡Estaba progresando un poco!, ahora el siguiente paso era regresar al paso anterior de saber que era un andén y encontrar el correcto.
Naruto al principio pensó en preguntar, pero su lado más nervioso y tímido salió a relucir cuando había intentado detener a una persona para preguntar, solo para no ser escuchada y que su voz saliera unos tonos más agudos, cinco minutos después, esa frustrara y empujando el carrito cada cierto tiempo y subiéndose en el bordecillo al final, dejando que le llevara.
- ¡Eso! -ella se detiene en seco, frenando rápido con los pies, no se había fijado en los carteles, cinco, catorce y otras palabras que parecían tratar de guiar. –"Debe de haber un andén que sea el nueve y tres cuartos." -Para eso debía buscar primero al menos el nueve. –Nueve, nueve. -ella tararea mirando los letreros, pero cuando está lo suficientemente cerca mira al lado donde veía el nueve y del otro lado el diez, se quedó totalmente confundida y girando la cabeza tratando de entender en que se equivocó exactamente.
- ¡Naruto! -Escuchar su nombre tan de repente la hizo saltar en su sitio y buscar con la mirada a quien la llamaba, solo para que viera al chico de lentes que había conocido en el callejón Diagon, llevando un carrito con su propio baúl que tenía encima la jaula que contenía la bonita lechuza blanca. Se acerco a ella bajo la mirada de una mujer y un niño pelirrojo, aunque Naruto lo definiría más como un color zanahoria que también se habían girado para mirarle.
La mirada de la niña se ilumino y corrió para reencontrarse, Harry por un momento pensó que Naruto iba atropellarlo con el carrito solo para detenerse justo antes de hacerlo y exclamar. - ¡Hola Harry! -Harry entrecerró un poco los ojos ante el tono algo chillón, pero sonrió al ver que Naruto estaba tan feliz de verlo. Mientras que la propia niña esta aliviada de no estar sola ahora. -Ne, ne ¿sabes cuál es el andén nueve y tres cuartos? -Pregunta ahora inclinándose hacia un lado, viendo a la misma mujer regordeta de antes hablarle a una niña que lucía ligeramente más joven que iba agarrada de la mano.
Harry asiente y se gira para señalar. -Es cruzando esa pared. -Naruto vio algo extrañada la pared que había entre el nueve y el diez, acercándose junto a Harry.
