Cosas extrañas rodean a Naruto desde su nacimiento y ni siquiera el hokage sabe que es, hasta que un misterioso anciano llega a Konoha alegando que Naruto tiene magia.
Naruto conocerá muchas personas diferentes y descubrirá que es difícil tratar con...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Tienes tierra en la nariz, quítatela. -El chico con pecas parpadea un par de veces antes de que con mala gana pasara sus dedos por el lado derecho de su pecosa nariz. Solo para que Hermione señalara el otro lado. -Aquí. –
Casi pareció una coincidencia. Una voz resonó en el tren, haciendo que Naruto tratara de buscar de donde vino. -Llegaremos a Hogwarts dentro de cinco minutos. Por favor, dejen su equipaje en el tren, se lo llevarán por separado al colegio. -
Naruto se levanta del asiento, y aunque feliz de estirarse finalmente, estaba un poco preocupada de separase de sus cosas.
Se sube al asiento de un brinquito ágil para alcanzar su baúl. -En cualquier casa estaría bien, mientras no me toque estar en la misma que la de ella. –Ron dice, Naruto escucha el sonido de tela y cuando se gira aun sobre el asiento ve que la nariz del chico pecoso estaba roja, antes de que tanto el cómo Harry se levantaran, dispuestos a buscar su propio uniforme.
- ¿Qué son las casas? -Ella pregunta, mientras sacaba el uniforme que Tortuga había puesto hasta arriba y en una bolsa con facilidad.
- ¿No lo sabes? -Ron sonó sorprendido.
Naruto da un brinquito y se sienta con la bolsa en la mano, sacando los zapatos y dejándolos en el suelo. -De hecho, tampoco se mucho. -Harry menciona, quitándose la camiseta desgastada y grisácea.
-Son cuatro casas. Aunque toda mi familia ha estado en Gryffindor. -Ron suspira, sin haber contestado realmente a la pregunta.
Naruto tira de su camiseta y la arroja a un lado, solo para darse cuenta de las miradas que estaba recibiendo. - ¿Qué? –
-Estas muy delgado. -Ron dice, mientras Naruto trata de descubrir como se pone esa maldita camisa de botones, pero enseguida que escucha eso, Naruto frunce el ceño.
- ¡No lo estoy! -Que le digan pequeña, delgada o huesuda era lo que Naruto mas odiaba, solo tiene diez años, algún día crecerá... aunque ella primero debería alimentarse mejor. -Harry es... -
El chico de lentes enseguida que escucho a Naruto hablar se puso la camisa, dejando sin aliado "demasiado delgado" a la pobre niña de bigotes. Harry jadea un poco cuando ve el costado de Naruto, donde había un moretón aún demasiado fresco. - ¿Y qué te paso aquí? -El señala, justo antes de que Naruto finalmente descubriera como funciona y se pusiera la maldita camisa.
-Oh eso, Sasuke es un bruto cuando peleamos. –Ella se queja mientras trata de abotonar la camiseta, pero quedando mal.
-Si, fue un entrenamiento normal. –se encoge de hombros mientras se frustra al ver que realmente no podía hacer que la camisa le quedara como a Harry o a Ron.
Harry soltó una risa cuando Naruto soltó un gruñido. - ¿Quieres ayuda? -ella farfulla, él se había reído, pero termina asintiendo, dejando que el niño desabotonara y volviera a abotonar la camiseta esta vez de manera correcta, antes de también ayudarle a ponerse la corbata.
