Viaje a la Tercera Realidad

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Sendero "Unión de la Serpiente", Tercera Realidad

MONETT, una bruja de juvenil semblante y bella, de piel más oscura que el cabello y ojos glaucos, rastrea avanzando por una gruta rozando con su mano las paredes. Sus ojos se abren y cierran, rápidamente, percibiendo el aura de Ardy por el camino, buscando dar con ella.

Sus ojos ennegrecen bajo los párpados, quitando su mano de la piedra, en un acto-reflejo propio de quien se hubiera quemado.

Sigue bajando la gruta con prisa, entre charcos de humedad y estrechos pasadizos, hasta sentirse atrapada de un segundo a otro por una densa oscuridad. El eco de una gota de agua cayendo en un estanque resuena en su cabeza; se suma el creciente sonido de unas llamas, que aumenta su claridad a la par que la visión del exterior y el aire fresco, el viento y las aves, silvando y trinando al final de una cueva por la que hallaría la salida de la gruta; visiones estas que le implicarían una referencia del camino que debería de tomar.

Sentada en las afueras de la gruta, ARDY respira; lucha con una agitación que le deja sin aire mientras se sujeta con pasmo la mano derecha, cubierta de quemaduras y sangre. Poco a poco controla su respiración; apoya su cabeza contra la pared de piedra, intentando no seguir viendo las heridas. La hiperventilación y el terror le nublan la vista. Oye unos pasos. Es MONETT quien se acerca, tomándole del hombro. ARDY no la reconoce.

MONETT — Ardy... ¡Ardy, tu mano! ¡Tu magia! Espera...

MONETT saca de su bolsillo una piedra escarlata, colocándola en la mano derecha de la otra joven, apretando su puño. El daño en la piel se revierte; mas a la bruja le angustia ahora el rostro de Ardy, confuso y fuera de sí.

MONETT — No la sueltes... Mantendrá la magia controlada...

Se aparta un momento, agachándose y mirando al suelo. Escribe con el dedo palabras al aire; como una sombra de sus movimientos, se forman sobre la tierra, escritas en magia, las mismas que va trazando.