Viaje a la Tercera Realidad

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VENEDICTO — ¡AGH! ¡AH! ¡OYE! ¡NO! ¡NO!

CAM — (Volviendo a su forma). ¡¿Cómo dejaste que te quitaran todo?! ¡INÚTIL!

VENEDICTO — ¡Fue un ataque! ¡Trataron de matarme!

CAM — ¡UNA MIERDA! ¡¿Dónde está mi dinero?!

VENEDICTO — ¡Se llevaron todo!

CAM — ¡¿A dónde?!

VENEDICTO — ¡¿CÓMO VOY A SABER ESO?! ¡Tuve que huir por mi vida!

CAM — ¡¿De verdad te importa más tu vida miserable que toda la mercancía invaluable que guardabas?! ¡Mi sueldo vale más que tu pellejo! ¡Encuentra la manera de pagarme lo de este mes, antes de que te arranque la cabeza!

Le suelta sin la menor delicadeza y se marcha corriendo.

Próximo a un conjunto de pequeñas casas, a la sombra de un roble, AGNUS espera a su amiga.

AGNUS — Buena demostración de dominio y carácter... Aunque podrías haberlo torturado un poco más...

CAM — Lo necesito vivo... (Hace una pausa, mirando el horizonte). ¿Quieres salir a cazar bandidos?

AGNUS — (Señalando el cielo). El Sol, ¿recuerdas?

CAM — Sí; dame un segundo...

Vuelve a utilizar su magia para cambiar su naturaleza, adquiriendo habilidades similares a las de GALA; igual que aquella, mueve su mano y con este gesto las nubes, volviéndolas tupidas y más negras, de forma tal que la luz se desvanece casi por completo.

AGNUS — ...Eres la amiga perfecta para un vampiro...

ARDY insiste en detenerse en uno de los robles gigantes al final del bosque, ya que, tanto a ella como a FOREST, el dolor se les hace insoportable, y les ha dejado sin fuerzas para continuar.

Bajan al brujo junto a las raíces del árbol; BARRON se toma el tiempo de acomodarlo lo mejor posible.

BARRON — No cierres los ojos... Mírame, ¿ok?... Sigue respirando...

FOREST — (Débil) ...Deja de temblar...

BARRON — (Quebrado). Deja de morirte...

FOREST levanta su mano con dificultad y se agarra del brazo del otro.

FOREST — ...No me voy a morir...

MONETT continúa con la Piedra en su puño, rastreando.

MONETT — ...Su sangre fue derramada por esta zona...

VIENNA — ¿Lo mataron?

MONETT — ...No. Le dieron una advertencia... Y no corrió lejos... (A Barron). Quédate con él.

BARRON asiente. MONETT y las hermanas emprenden su marcha en dirección sur, en busca de VENEDICTO.