4 0 0
                                    

Pradera Vitalis, Tercera Realidad

VIENNA y FOREST atraviesan la pradera, siguiendo un camino de tierra.

FOREST — Casi todos los brujos pasamos por este... desborde... Es parte de la vida... Estas Piedras existen para controlar ese desborde; para protegernos de nuestro propio potencial...

VIENNA — ¿Qué ocurriría si no la hallaras?

FOREST — En mi caso, siendo un brujo Terrestre, podrían ocurrir muchas cosas... Quizás mi magia desintegre mi cuerpo, siendo mis restos asimilados por la Naturaleza... Tal vez mi piel se convierta lentamente en la madera de un enorme árbol, como ya está pasando... o me vuelva, con suerte, un Ent; una colosal criatura, guardián eterno de la Naturaleza... Para el resto de brujos, su destino es más predecible... La mayoría sólo pierden la cordura, o sus poderes inundan sus cuerpos hasta hacerlos estallar... literalmente...

Sobre una piedra junto al camino, comienza a surgir el destello que advierte de la llegada de un mensaje.

VIENNA — ¿Es Monett?

FOREST — Quiere que nos reunamos en la taberna de Gibralt, en Transgressus Silva... Es un bosque poblado que queda exactamente entre la Pradera Vitalis y el sendero... a quince minutos de donde estamos ahora...

VIENNA — ...¿Poblado por quiénes?

FOREST — ...Hombre-bestias, en su mayoría... Para los brujos, es más que nada un punto de compraventa...




Bosque "Transgressus Silva", Tercera Realidad

BARRON ingresa en la taberna, determinado a encontrar a su objetivo. Busca por todo el lugar con sus ojos grises, casi plateados, hasta hallar, en un oscuro rincón, dos individuos; AGNUS, un joven pálido y alto, y CAM, una muchacha de piel mestiza, rizos dorados y una sonrisa de picaresca satisfacción.

El joven se lanza con paso firme a través del local hacia su mesa.

BARRON — ¡CAM!

CAM — (Volteando) ...¡Barrie! ¡Hey!

BARRON — ...Creo que tienes algo que es mío...

CAM — Y yo no creo recordar que me hayas pagado por ningún artículo...

BARRON — (Agarrándole del cabello). Claro que no... porque me la robaste del bolsillo apenas salí del sendero... Ahora... devuélvela...

AGNUS — ...Te dije que no te daría tiempo a nada... Como si en su sano juicio fuese a dejar que le quitaras algo tan valioso...

CAM — Tenía que intentarlo... Esta Piedra podría haberme hecho rica...

BARRON — (Soltándola). A costa de mi vida...

CAM — No seas dramático... Las Piedras de Ilusión abundan en el sendero... Pero esta no es cualquier Piedra... ¿verdad? (Sacando la Piedra de un bolso). Quedé absolutamente perpleja al verte salir de allí... nada más ni nada menos que con una Piedra Madre... Eres un afortunado... No conozco a nadie que haya encontrado jamás una de estas... ¿No estarías dispuesto a vendérmela?

BARRON — (Arrebatándosela). ¿Para qué querría una súcubo una Piedra de brujo?

CAM — (Seria). Yo no soy mi madre... No soy como ella...

BARRON — Sé bien lo que eres, Cam Ammer... No voy a dejar uno de los objetos más poderosos de nuestro mundo en manos de estafadores... como tú y tu... padre...

CAM — ¿Crees que el viejo Venedicto es mi padre? ¡Él es solo mi maestro! (Pausa). No querrías enfrentarte a mi padre...

La joven abre en una mueca su boca, dejando ver sus colmillos y sus ojos de demonio.

BARRON — ...Estoy temblando... Esa mueca de vampiro se ve bastante convincente, debo decir... Podría haberme engañado... (Inclinándose ligeramente sobre ella). Si no fuera un brujo Ilusionista, que sabe reconocer una ilusión... Fallax...

CAM vuelve sus ojos a la normalidad, sin dejar de mirarle fijamente.

Viaje a la Tercera RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora