2: "SUPERSTES"

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Bosque "Transgressus Silva", Tercera Realidad

Comienza la carrera contra el tiempo.

BARRON, MONETT, VIENNA y ARDY unen fuerzas para trasladar al moribundo FOREST a través del bosque hasta la choza de VENEDICTO.

La casa luce abandonada. La puerta está cerrada y, por lo que parece, tapiada.

MONETT — ¡Quémala!

ARDY — ¡¿Qué?! ¡¿Cómo?!

MONETT — ¡Como quemaste tu mano! ¡Usa tu magia!

ARDY — ¡No sé hacer eso!

BARRON — ¡Inténtalo! ¡No es tan difícil!

Vacila, y apoya su mano en la puerta. Se concentra; aplica más fuerza, y atraviesa con ella la madera, haciendo apenas un pequeño agujero.

MONETT — ¡TODA la puerta!

ARDY — ¡Eso intento!

VIENNA — ¡Están perdiendo el tiempo! ¡Derríbenla!

BARRON — ¡Bien!

El muchacho patea la puerta con rabia, partiéndola. Aunque detrás de esta sigue habiendo un mueble que bloquea la entrada.

MONETT — Así está bien.

Empuja con todas sus fuerzas, logrando apartar el estorbo lo suficiente para poder entrar.

BARRON — ¿Qué carajos...? —No sólo es la fachada; el interior también está destrozado y vacío—. ¡Aquí ya no hay nadie! ¡Busquen entre los restos!

MONETT — ...¿Qué fue lo que sucedió?

ARDY — Tal vez entraron a robar...

MONETT — Más bien parece que hubo un atentado...

BARRON — ¡Seguro huyeron con todo lo que robaron! Así fue como llegaron a Transgressus Silva, hace años...

VIENNA — (Apartando una cortina del suelo). Santo Dios... No todos pudieron huir...

Debajo de la cortina se ocultaba un cadáver.

MONETT — ...Uno de los aprendices... Aquí pasó algo serio...

BARRON — No tenemos tiempo para eso.

ARDY — ¡Oigan, no quedó nada! ¡Lo saquearon por completo!

BARRON — ...La madre que me parió...

MONETT se arrodilla frente al cuerpo y revuelve sus bolsillos; de uno de ellos recoge una Piedra Aguamarina, que encierra en su puño a la vez que cierra los ojos, murmurando un encanto.

VIENNA — ¿A nadie le sirve esa Piedra?

BARRON — No hay ningún brujo de Agua aquí...

FOREST — (Adolorido). Pero puede usarla para encontrar a Venedicto y sus chicos...

VIENNA — (Mirando a ARDY). ¡Ay, por Dios!

ARDY — (Sujetándose la mano). Está bien; ya me estoy acostumbrando al dolor...

MONETT — Están en las afueras del bosque, por el sur.

Viaje a la Tercera RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora