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VIENNA — ¿Aún puedes moverte?

FOREST — Eso creo...

BARRON — Preocúpate cuando ya no pueda quejarse...

FOREST — Probablemente para entonces ya le haya metido una rama por el culo a Barron...

MONETT — ...Por favor... Nadie quiere escuchar sus intimidades...



Pantanal "Aeternitas", Tercera Realidad

Un grupo de brujos marchan por las llanuras, siguiendo a la más joven: una bruja de cabello azul y ojos amarillos, vestida de cuero y una chaqueta celeste. Su nombre es GALA.

HOMBRE 1 — ¿Podemos parar a descansar?

GALA — Nadie se los impide.

HOMBRE 2 — ¿Y usted?

GALA — Yo sigo. ¡Ustedes me están siguiendo! ¡Eso no significa que seamos compañeros de viaje!

HOMBRE 2 — ¡Pero somos una Alianza! ¡Usted nos lidera!

GALA — ¡Ay, claro que no! ¡La Alianza era con mis padres, no conmigo! Miren; hagan lo que quieran. No me importa si se los traga la tierra o les cae un rayo encima; no son mi problema...

Acelera el paso, apartándose del montón.

MUJER — ...Maldición... ¡No podían quedarse callados, ¿cierto?!

HOMBRE 1 — ¡¿Qué dijimos?!

MUJER — ¡Son una bola de quejumbrosos! ¡Ella no trabaja con gente dependiente e insufrible como ustedes!

HOMBRE 1 — ¡Tú tampoco eres una carga ligera! ¡Nos hiciste perder dos horas en la laguna, con tu hora del baño!

MUJER — ¡La higiene es fundamental!


La larga migración de GALA está cerca de terminar; en el horizonte se vislumbra la cadena montañosa que guarda entre sus montes el "sendero de la Serpiente" —su destino—.

El cielo se torna oscuro y nublado; especialmente sobre la cordillera, donde parece que se prepara una tormenta.

Un movimiento de su mano basta para cambiar el escenario; la desliza en el aire hacia la izquierda, y se abre en el horizonte una fisura entre las nubes, por la que se cuela un rayo de luz.

Ese es su don; manipular la Naturaleza a su gusto y conveniencia.



Bosque "Transgressus Silva", Tercera Realidad

Un manto de nubes negras empieza a cernirse sobre el bosque, desapareciendo poco a poco la luz de la tarde.

Entre los árboles y arbustos, merodea un lobo de pelaje suave, de color acaramelado, y patas un tanto cortas y robustas. Sigue, con su agudo olfato, el rastro de una persona que se oculta en la cercanía.

Entonces, sus ojos lo detectan: un cuerpo obeso, que descansa detrás de un árbol.

El animal se agazapa, prepara sus patas... y ataca.

Viaje a la Tercera RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora