Viaje a la Tercera Realidad

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Sendero "Unión de la Serpiente", Tercera Realidad

No es tarea sencilla hallar el camino correcto entre las montañas; el sendero se oculta entre kilómetros de rocas, montes y acantilados, se divide en cientos de sendas, y cuenta con miles de peligros en toda su extensión.

Poco le asustan estos obstáculos a GALA. Sin ignorar lo hostil del territorio, la bruja marcha con confianza por el monte; muy tranquilamente se interna en la primera arboleda y corre entre las rocas, como si supiera de memoria el camino. Incluso se toma el tiempo de cortar una naranja de uno de los árboles y sentarse a comer.

GALA — (Mirando las nubes). ¿Por qué regresan, si yo las alejé?

Esta bruja no tolerará que el clima cambie contra su voluntad; se pone de pie y mueve las nubes una vez más, apartándolas por completo del cielo.

Unos cuantos metros más arriba, siguiendo el sendero, MONETT y las hermanas Milena hallan la entrada a las grutas.

ARDY — ¿Qué está pasando con el clima?

MONETT — Ni idea. Vamos.

VIENNA — ...¿Las Piedras sólo... se forman de manera aleatoria?

MONETT — Sí, pero no... Las de Fuego y las Espirituales tienden a estar a grandes alturas; las Ámbar apenas sobre el nivel del suelo, y las Ilusionistas y Aguamarina en zonas subterráneas húmedas. Empezaremos buscando las de Fuego por esta área, e iremos bajando por las grutas hasta la base de la montaña.

ARDY — ...¿Qué es eso rojo que brilla, por allá?

MONETT — ...¡Pero qué suerte! ¡Una Piedra de Fuego!

Bosque "Transgressus Silva", Tercera Realidad

BARRON busca desesperadamente entre las Piedras y otros objetos que contenía el saco, hasta que, al fin, parece encontrarla; una resplandeciente y traslúcida Piedra Ámbar, con una mariposa fosilizada en su centro.

CAM — ¿Esa es la que buscabas?

BARRON — ...Es esta.

El chico se gira hacia FOREST, nervioso, y coloca la Piedra en su pecho, tomando luego su mano para ponerla encima.

La Piedra brilla, virtiendo su luz sobre la piel del brujo, librándole lentamente de la maleza que le consume.

BARRON sonríe y se estremece; puede ver cómo la vida le vuelve al cuerpo, y recupera su semblante.

BARRON — ...No sé cómo voy a pagárselos...

CAM — ¿Estás agradecido?

BARRON — ...Obviamente...

CAM — Eso es lo único que quería...

La mujer recoje las cosas y sigue su camino.   El otro sólo puede verla irse, confundido con su actitud.

Su atención vuelve rápidamente a su amigo después de unos segundos.