Estaba embarazado.
Embarazado.
Severus observó el rojo intenso del vial, un extraño peso se alojó en su estómago rápidamente, sus dudas, sus inquietudes habían sido resueltas. El idiota de James había tomado aquella gran decisión son consultarle, aunque, no es como si pudiera dar marcha atrás.
Su vientre aún estaba algo plano pero dentro de poco, crecería, tomando esa forma curveada características.
La puerta de su pequeño laboratorio fue abierta. Por un momento pensó que sería Harry, ya que James aún no tenía hora de llegada, pero se equivocó al ver al causante de su estado actual en la entrada.
—Estoy en casa, mi amor—James sonrió tendiendo un ramo de rosas hacia su amado esposo—¿Qué te gustaría comer? Harry se ha ofrecido en hacer la cena.
Los labios de Severus temblaron, se acercó a su marido y agarro el ramo de rosas, aquellos pétalos los utilizaría en algunas pociones necesarias—Descubrí algo interesante hoy—Le murmuró a su marido.
James mantuvo una postura relajada, pensando en varias posibilidades y llegando a una sola.—¿Y qué sería?—Pregunto tanteando su suerte.
Severus colocó el ramo sobre la mesita que utilizaba para picar y mezclar sus ingredientes—No te hagas el idiota, James. Sabes perfectamente de lo que estoy hablando.
El auror respiro profundo—¿Estás molesto?—Preguntó.
—¡Claro que lo estoy idiota!—Casi gritó, cruzándose de los brazos—¿Crees que un bebé es un juego, James? ¡Es una maldita responsabilidad! Eres un imbécil, un idiota ¿Por qué no lo hablaste conmigo?
James suspiro—Si lo hubiéramos hablado, no hubieras querido ¡Eres consiente que siempre he querido un bebé! Un hijo de nosotros—murmuro.
—Lo sé, pero aún así, no debes tomar está decisiones así, sin mi permiso, sin mi maldito consentimiento—Gruño Severus.
—Mi amor, yo…—James se acercó tratando de abrazarlo—Te amo ¿Lo sabes, verdad? Te amo demasiado. Y.. ¿No quieres tener un hijo conmigo? ¿Es eso?—Preguntó.
El tono dolido en la voz de James hizo estremecer a Severus, por alguna extraña razón. Se sentía manipulado—No te hagas la víctima, James Potter. Lo hecho, hecho está.
James sonrió levemente y se acercó, tocando el rostro de su esposo con ambas manos—Nuestro bebé, mi amor ¿Acaso no te alegra? Nuestro propio hijo. Un niño que nacerá de ti, y que tendrá una combinación de nuestras características físicas.
Severus suspiró, sintió los labios de James tocando los suyos—Un bebé, bueno, tal vez ya era el momento—Argumento—Aun así, no saldrás libre de esta, James.
—¿Qué quieres decir?—Pregunto con algo de duda el hombre de lentes.
—A partir de hoy, regresaras a dormir a tu antigua habitación, creo que la recuerdas ¿Verdad, mi amor?—La falsa dulzura le informó a James sobre el enojo de su esposo—Y no podrás quejarte, no reclamarme sobre esto.
—No es justo—Gruño el auror con molestia—¿Y si me necesitas a mitad de la noche? ¿Y si te ocurre algo? ¿Cómo sabré que me necesitas?
—Deja de ser un maldito paranoico—Severus rodó los ojos—Estaré bien, pero este es tu castigo por mentirme, por engañarme.
Bufo el de lentes sin creerlo—¿Cuándo podré regresar a dormir contigo?
—Cuando yo lo decida—Se burló el pocionista—Ahora, retírate, tengo cosas que hacer.
Los dientes de James rechinaron al rozarse con fuerza. No estaba satisfecho con aquella respuesta. Era consiente que con un par de palabras podía ir contra la voluntad de Severus pero no lo haría.
No lo obligaría.
No deseaba ser odiado por su esposo y tampoco quería que aquello afectará de alguna forma a su bebé.
—¿Te esperamos para cenar?
—Por supuesto—Sonrió falsamente.
James salió de la pequeña habitación y entro a la cocina de la casa. Su hijo y uno de los elfos domésticos se encontraban preparando los alimentos que pronto cocinarían.
—¿Peleaste con Severus?—Pregunto Harry al ver aquella expresión en el rostro de su padre.
James negó—Todo está bien, Harry. Aunque, creo que está algo preocupado.
—¿Por qué?
James sonrió levemente—Confirmo su embarazo—Anuncio—tendremos un bebé.
Harry sonrió de oreja a oreja. Se acercó a su padre y le doy un abrazo—Felicidades, papá.
—Para ti también—Se burló el auror—Serás hermano mayor, hijo ¿Cuento con tu apoyo?
—¡Claro!—Expreso contento el adolescente de ojos verdes.
—Bien. Yo… me aseguraré de pedir una licencia para Severus en el ministerio, no creo que sea seguro que continúe realizando su trabajo. Los gases de algunas pociones podrían afectarlo y ….
—Te comprendo, papá—Harry asintió a aquellas preocupaciones— Yo te ayudaré a cuidar a Severus mientras sigo en casa, aún me quedan tres semanas de vacaciones.
—Gracias, hijo—James suspiró y sonrió—Si, necesitaré tu ayuda. No quiero que le suceda algo a Sev.
—Él y mi futuro hermanito estarán bien.
James sonrió nuevamente, aunque luego adoptó una actitud algo sería—Lo sé, solo espero que tu madre no se entrometa en esto.
—Se lo dejaré claro—Le prometió el chico—Aunque estoy seguro que ella no se aparecerá por aquí. Estoy seguro que es consiente de las consecuencias.
James soltó una risita al escuchar a su hijo—No cabe duda, Harry. Eres sangre de mi sangre.
—También estoy seguro de eso, papá.
Severus apareció en la entrada de la cocina, listo para ayudar con los preparativos de la cena.—¿De que tanto hablan, cerdos?
—De cosas—Susurro Harry con algo de misterio.
—¿Cosas?—Repitió el de cabellos negros enarcando una ceja.
—Cosas que crees que sabes pero.. que en realidad no sabes—Finalizo James.
El pocionista frunció el ceño y rodó los ojos, pensando que tanto James como Harry eran un par de locos.
Tal vez,
Solo tal vez, Severus no estaba tan alejado de la realidad.

ESTÁS LEYENDO
Sumisión Forzada
FanfictionSeverus Snape, James Potter y Lily Evans se encuentran en una extraña relación marital.