Capítulo dos
Harry salió de la locomotora y con la mirada buscó a su madre, hasta que la encontró. Lily, vestía un bonito vestido de color azul y sus cabellos rojos se hallaban trenzados, haciéndola ver mucho más atractiva de lo que era. —Mamá!—El joven gryffindor exclamó abrazando con gran fuerza a su madre—¿Y papá? —preguntó, buscándolo con la mirada.
—Tenía trabajo—No era una mentira total, sabía que james podía permitirse sacar el tiempo para acompañarla, pero ya estaba acostumbrada a los desplantes de su esposo—pero no te preocupes, hoy llega temprano.
Harry asintió sin creer en las palabras de su madre. Sabía muy bien cómo se comportaba su padre con respecto a su madre, y si bien, Lily trataba de ser indiferente a eso, él no podía serlo.
—Señora Lily—Ron apareció tras Harry.
La pelirroja observó al chico de rostro pecoso, ciertamente ambos podían hacerse pasar por familia—Ronald, que gusto verte ¿Harry y tu se comportaron? Espero no recibir quejas de la profesora Minerva.
El pelirrojo asintió—Ya no somos un niño, prometido—Comentó.
Lily asintió, los padres de Ron aparecieron en compañía de Ginny, la hermana menor del pelirrojo que también estudiaba en Hogwarts. La despedida y las promesas de futuras visitas se hicieron y Harry, partido a su hogar junto a su madre.
Harry respiró profundo, oliendo el ambiente hogareño que extrañaba en muchas ocasiones mientras se encontraba en Hogwarts—Por fin en casa, no es que la escuela sea aburrida, pero la verdad, no puedo esperar para graduarme—Comentó contento—He sacado buenas notas, mucho mejores de las que esperaba.
Lily encaró una ceja, un elfo apareció para llevarse el Baúl de Harry a la habitación donde su hijo dormía—¿Y qué notas esperabas entonces, hijo mío? —preguntó la pelirroja.
Harry enrojeció—Bueno... ¿Aceptables? ¿Supera las expectativas?
Lily negó, pero sonrió, besando el rostro de su hijo para volver abrazarlo con fuerza—Te extrañe mucho, mi amor—Insistió—Prepare tu pastel favorito ¡De chocolate! —Casi grito y agarrándole de la mano le llevó hasta la cocina—Debemos comerlo ¡Ahora!
Harry tomó asiento mientras observaba a su madre moverse de un lado a otro para servir una enorme rebanada de su pastel favorito.
Los ruidos de pasos al bajar la escalera se escucharon.
—Oh, bienvenido Potter—Severus apareció con una vestimenta casual, la que se ponía cuando no tenía que trabajar. Un pantalón de pijama de color negro y una camiseta de color blanco, tenia el cabello recogido y algunas mechas sueltas que ocultaban parte de su rostro—¿Qué tal Hogwarts? ¿Dumbledore regalo puntos a más no poder a los estúpidos de Gryffindor?
—Severus—Lily se quejó mientras se burlaba—Gryffindor es la mejor casa.
—Imposible—El porcionista tomó asiento frente al estudiante—Está lleno de alcornoques, aunque extraño mi época de profesor y jefe de casa, nada mejor que gritarle y aterrorizarse algunos inútiles.
Harry sonrió al escuchar las quejas del hombre—Cuarto año consecutivo en el cual Gryffindor gana la copa de las casas.
Severus resopló—Te lo dije—Estiro su brazo a Lily, tendiendo su mano—Me debes 50 galeones.
Harry negó al notar la oposición que ambos habían realizado—¿Apostaron que otra casa ganaría?
—Tu madre es demasiado ingenua—Le comento.
Lily negó, y sirvió la rebanada a Harry, una Severus y otra a ella. —Tenía la esperanza que ganara Hufflepuff o Ravenclaw.
—Mientras Dumbledore sea director Slytherin no ganará—Se lamentó Severus mientras llevaba una cucharada del postre a su boca—Malditos gryffindor y su patriotismo.

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Sumisión Forzada
FanfictionSeverus Snape, James Potter y Lily Evans se encuentran en una extraña relación marital.