Good Girl Bad Decisions

14.- WNBA ACADEMY

Elsa's POV

Volteo hacia los lados intentando reconocer en donde estoy. Hay demasiada niebla alrededor impidiendo la ver en donde rayos estoy. Comienzo a caminar lentamente y entonces al ver hacia abajo me doy cuenta que es césped con líneas blancas, me pongo en cunclillas para sentirlo con los dedos y una pequeña sonrisa sale, estoy en un campo de americano....estoy en casa.

Me levanto y la niebla se empieza a dispersar poco a poco, no es cualquier campo si no el de casa, el de ellos. Volteo a todos lados buscando algo, no sé qué es pero sé que cuando lo vea sabré que es eso.

El campo está completamente solo, no se siente tenebroso o peligroso el lugar, si no todo lo contrario se siente...se siente como estar en paz. Cuando una brisa de viento pasa acariciando mi cuerpo cierro mis ojos unos segundos y respiro profundo llenando mi cuerpo del olor a césped cortado.

Al cerrar mis ojos quito aquella barrera que he estado construyendo y todos los recuerdos vividos en este campo empiezan a llegar uno tras otro como balas.

Yo peleando con las porristas, viéndolos entrenar por primera vez, el abrazo en el baño, la vez que ayude a entrenar a Bryan, sus partidos, sus entrenamientos, nuestras bromas, mis mundanos....

Siento lagrimas bajar sobre mi mejilla, abro mis ojos pero...la barrera no para solo ahí, todas las puertas comienzan a abrirse.

Mi cumpleaños, la playa, nuestra primera cita, en la feria, jugando vóley, en mis partidos, el desayuno en mi casa, nuestro primer baile, nuestra pelea en el bosque, mi primera vez con el, cuando tallamos nuestras iniciales en el árbol, nuestro primer tatuaje, en el hospital, en el closet viendo las estrellas, el día que planeamos nuestra boda...

Un grito desgarrador sale desde las profundidades de mi pecho. Mis piernas dejan de funcionar dejándome caer de rodillas al pasto.

Poisson....el día que Carlos y Hannah me mostraron el video, mi prueba de resultados, el choque....el ultimo día que estuve aquí.

Siento mas lagrimas bajar por mis mejillas, levanto la mirada y entonces lo veo....todo mi ser se paraliza. Ahí está el, parado en la otra mitad del campo con las manos metida en los bolsillos, lleva su equipo de americano puesto como aquel día en que nuestros mundos se encontraron, bajo la mirada a mi ropa y veo que yo tengo mi uniforme puesto.

No sé en qué momento me levanto y comienzo a correr hacia él, el viene también hacia mí. Corro lo más rápido que mis piernas me permiten, mis pulmones arden, el oxígeno me hace falta, pero no puedo evitar no correr hacia el, estoy tan cerca...solo unos cuantos metros más. Segundos después ya no siento nada, mi pecho sigue subiendo y bajando rápidamente pero unos brazos me sostienen, mis brazos están sobre su pecho y mi cabeza oculta entre su cuello.

Mis manos buscan su rostro y poco a poco me voy separando de el hasta que sus ojos y los míos vuelven a conectarse. Pego mi frente a la de el y nuestros labios se quedan a centímetros...milímetros de tocarse. Justo cuando se van a tocar....

Despierto por el sonido de mi puerta abrirse, acto seguido Nana se tumba sobre mí. Suelto un quejido.

-Cabrona me vas a romper – me quejo volteándome para verla.

-Buenos días para ti también sunshine – sonríe.

-Biinis diis – sonrío - ¿Qué tal dormiste Nana?

Nana se para y se sienta en la orilla de la cama, hago lo mismo, pero con la espalda pegada a la pared. Me tallo los ojos quitando lagañas y demás cosas.

-Bien, la verdad es que dormí de lo mejor – sonríe - ¿Qué tal tu? ¿pudiste dormir esta vez?

Hago una mueca. Desde que llegamos aquí, o sea hace dos días, no puedo dormir bien todas mis horas, tardo mucho en conciliar el sueño y cuando lo hago no duermo más de 5 horas. Mi mente sigue viajando a aquel día en el campo, siempre es lo mismo, es como si en mi mente existiera un bucle y ese recuerdo se repitiera una y otra vez.