— Murat y yo, tuvimos sexo —le susurré a Annie para que escupiera su bebida. Abrió sus ojos más de la cuenta.
— ¿Qué?—gritó—. ¿Cuando rayos pasó todo esto y...
— El viernes me había dado su número y se auto invito a mi apartamento —Annie levantó sus cejas—. Llegó, primero me besó, desayunamos y todo pasó muy rápido.
— Oh my good, Asya —me dijo y miró al barman—. Otra ronda, por favor, pero cuéntame más, ¡necesito detalles!
Sonreí como una boba al recordar estar en mi cama con Murat. ¿Qué diablos me sucede? Quizás ni lo vuelva a ver.
— No podemos beber más sabes que debemos de trabajar mañana —ella me señaló—. Que no se te ocurra contar nada de esto delante de Kerem.
— ¿Qué pasará entre ustedes?—me preguntó.
Kerem es mi socio. Inclusive mañana tengo que reunirme con él. Es el jefe que cualquier mujer quisiera tener.
— No hay nada entre nosotros, todavía —reímos.
— ¡Vamos a bailar!—dijo Annie llevándome de la manos y apenas pude terminarme el shot.
Empezamos a bailar reggaetón de algunos años atrás para sellar nuestro domingo de chicas, como era nuestra costumbre.
Habíamos bebido bastante, digo esto porque ya había bailado hasta con el barman que nos estaba atendiendo. Todo era emocionante.
Annie se empezó a reír para contagiarme con su risa. Saque mi celular para pedir un Uber pero entré a mis contactos para notar a alguien nuevo.
— ¿Murat Özer?—solté una carcajada al recordarlo y le mostré el contacto a Annie.
Murat Özer
— ¿Tuvieron sexo?—preguntó Edkin con los ojos abiertos más de la normal. Asentí para que el negara con la cabeza.
Estábamos tomando unas cervezas en su apartamento cuando de pronto se entró el tema de donde estaba ayer y decidí contarle sobre Asya.
Recordé el beso y me encantaría seguirle besando. Cuando estábamos en la cama, sentí algo extraño con ella como si fuera...
— Diferente —susurré sin darme cuenta de que estaba pensando en voz alta.
— ¿Qué es lo diferente?—preguntó Edkin haciéndome reaccionar. Solté un suspiro.
— Ella...—susurré y Edkin levantó sus cejas.
— ¿Asya, es diferente? —mi celular vibró en mi bolsillo y decidí sacarlo.
Fruncí el ceño.— Asya, me está llamando —le dije mirando a Edkin para mostrarle la pantalla de mi celular.
— Contéstale pues —dijo emocionado y decidí contestar.
— Hola —salude mirando a Edkin y escuché una música alta y personas hablando.
— Hola guapo —dijo riéndose a través de la otra línea—. Quiero otro.
— ¿Estas borracha?—pregunté y Edkin frunció el ceño.
— No, solo tengo unas copas de más —soltó una carcajada—. Quiero follarte hoy, de nuevo.
— No me hagas reír —dije serio—. ¿Dónde estás?
— Tienes mi ubicación, guapo —dijo en voz baja
— Iré por ti —dije y hubo un silencio.
— ¿Por quien?
Colgué para levantarme rápidamente y Edkin me imitó.
— ¿Qué pasó?—preguntó y me rasqué la nuca.
— Asya, está algo borracha y me...Osea le puede pasar algo —Edkin se quedó mirándome con una sonrisa—. No me mires así, sabes a qué me refiero.
— ¿Te acompaño?—me preguntó y pensé que ella estaría con su amiga, Annie. No podía con las dos pero Edkin se encargaría de su amiga.
— Si, vamos.
Nos montamos en autos separados porque de ahí, iba a tomar el camino a mi casa. Edkin, iría mañana en la mañana para entrenar un poco conmigo.
Donde se encontraba Asya, no estaba tan lejos.
Estaba repleto de personas que al mirarme se quedaban sorprendidos y otros me tiraban fotos. Puse los ojos en blanco.
Se me hizo fácil ubicarla porque estaba bailando encima de una mesa. Aparte a unos chicos que la estaban mirando y tiré de ella para bajarla de la mesa.
— Hola bebé —dijo mirándome.
— ¿Bebé? —asintió—. ¿Dónde está Annie?
— Por ahí —señaló varios puntos y la tome en mis brazos—. ¿Qué haces?
— Te llevaré a mi casa —dije y se empezó a mover.
— ¡El sexy boxeador me lleva! —gritó y la miré.
— Vas a arruinarme el cabello.
No encontraba a Edkin por ningún lado y decidí subí a Asya en el asiento del copiloto para ponerle el seguro de niños, no vaya hacer una locura.
Manejar con una mujer borracha al lado es lo peor. Asya, no paraba de manosearme.
Quería reírme pero no podía. Ella no sabía lo que hacía.
Llegué a mi casa para tomarla en mis brazos y depositarla en mi cama. Le quité los tacones para sentir su mirada sobre mi. Me levanté para mirarla y era hermosa, incluso estando borracha.
— Ven acá —tiró de mis brazos y caí encima de ella para besarme, enredando sus dedos en mi cabello.
Su boca sabía a bebidas ligadas y sus labios estaban fríos. Aproveche sus manos para que me quitara la ropa mientras yo le quitaba la de ella, dejándole en ropa interior.
Detuve los besos para acomodarla en mis brazos y ella soltó un bostezo. Miré sus ojos marrones, los cuales estaban clavados en mi.
— No voy aprovecharme de ti —dije acariciando su mejilla—. No, en ese estado.
Sus ojos se fueron cerrando completamente hasta quedarse dormida. ¿Qué rayos me pasa con Asya?
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Boxing
FanfictionEl oscuro pasado de Murat Özer, se escondía en el boxeo. La prensa no conocía su historia. Solamente él, por vivirla y su manager. Asya Deniz, era fanática de las peleas, por lo que, una noche acude a una de las que participa Murat, pero ninguno se...