Capítulo 05

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— Y...así pude tomar el vuelo —finalizó Kerem para reírnos de la equivocación que había pasado para llegar a Estambul.

Estábamos en un restaurante comiendo, conversando de su viaje y sus proyectos. Me había olvidado completamente de lo que había pasado con Murat, esta mañana.

Pero todavía tenía la curiosidad de saber, ¿porqué se alteró tanto cuando le pregunté por su pasado? Se que no debería de interesarme pero algo dentro de mi, lo está.

— ¿Asya?—preguntó Kerem chasqueando sus dedos provocando que me diera cuenta que tenía la mirada perdida.

— ¿Si? —le pregunté.

— ¿Qué hiciste en el finde?—preguntó con una sonrisa que cualquiera se derritiera.

« Oh no »

— Me la pasé con Annie —contesté rápidamente—. Fuimos a una pelea de boxeo y anoche a beber, por eso estoy tan horrible hoy.

— Como quiera, estas hermosa —me sonrojé—. ¿Que tal la pelea de Boxeo?, ¿Ganó quien querías?

— Estuvo súper interesante, aunque no conocía a los boxeadores —contesté con una sonrisa forzada mientras recordaba a Murat.

« Luego lo conocí, se invitó a mi apartamento y tuvimos una mañana salvaje »

— Quiero ofrecerte una disculpa por faltar a la reunión, por cierto era muy importante para ti —dije apenada.

— Dije que te habías enfermado a ultimo momento, así que no hubo nada de inconveniente porque tú oficina está allá —sonreí—. Me lo acabas de recompensar con esa sonrisa.

— ¿Siempre eres tan romántico?—le pregunté divertida.

— ¿Siempre eres tan hermosa?—reímos.

— Eso contesta a mi pregunta —susurré mirándolo.

— ¿Quieres ir al parque?—me propuso—. Oh bueno, quizás quieres descansar porque creo que lo necesitas.

— Podemos ir al parque y luego me dejas en mi apartamento porque tengo que recompensarte lo que hiciste por mi en la reunión —dije siendo honesta.

— Puedo hacerlo las veces que quieras —comentó parándose de la mesa—. ¿Nos vamos señorita horrible?

Llegamos al parque y Kerem compró dos conos de helados para sentarnos en una banca mientras los niños jugaban con sus padres y algunos juguetes como cometas.

— Te veo muy relajado para ser un día de trabajo —comenté comiendo el helado. Escuché la risa de Kerem.

— Ventajas de ser el jefe —dijo con todo su ego y levanté mis cejas para reírnos.

— ¿Annie no respondió tus mensajes?—pregunté recordando que no sabía dónde estaba mi celular.

— No. ¿ella tiene tu celular?—preguntó—. Si quieres te llevo a tu apartamento, ella quizás esté esperándote.

— Tienes razón —susurré levantándome.

Entramos a su lujoso auto para irnos a mi apartamento donde mi mente se encargó de recordarme la mañana tan salvaje que pasé con Murat.

« ¿Acaso no puedes dejar de pensarlo? »

— Bienvenido a mi guarida —dije emocionada y el se rió un poco.

— Es muy bonita —dijo mirando todo.

— Siéntate si quieres podemos ver una película —dije sentándome en el sofá donde comenzó todo con...

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