❦ 15: 𝙲𝚘𝚛𝚊𝚣𝚘́𝚗 𝚍𝚎́𝚋𝚒𝚕 ❦

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[ Pov: T/N ]

Él se puso de pie. Sin duda era muy poderoso. Logré ponerme de pie. Sentía como mis piernas perdían fuerzas poco a poco. Era probable que esto se terminara pronto, después de todo no iba a durar mucho pese a mi condición.

—Siempre pensé que podrías ser una niña prodigio. Desde que eras niña, siempre mostraste muchas capacidades que otros nos.

—Quiero hacerte una pregunta, ¿qué pasó con mi madre?

—Sabía que cuando te enteraras, ibas a hacer preguntas —él se limpia la sangre de sus labios —Adara y yo tuvimos gemelas. Ella se quedó con una y yo con una. Era demasiado peligroso que estemos juntos por ser un caballero me causaría problemas.

Sé de que habla, lo mismo me advirtió Camus, sobre los sentimientos.

—Les pusimos nombres a ambas: Pasifae y T/N.

Con que tengo una hermana gemela.

—¿Por qué nos separaron?

—Fueron órdenes del patriarca.

¿El patriarca ordenó tal cosa? Hasta el momento, no comprendo por qué. Digo, es cierto lo importante que es saber manejar tus emociones, pero... algo me daba mala espina. La cuestión es que no sabía qué era.

Puse un paso al frente y comienzo a elevar mi cosmos.

—Entiendo...

—¿Aun quieres retarme?

—Claro.

—¡Explosión de galaxias!

—¡Explosión galáctica!


[ Pov: Saori]

Corría para poder ir hacia donde se encontraban Seiya y los demás. Ellos habían dado su vida con tal de salvarme y, ahora era mi turno de hacerlo.

T/N, Seiya, Shun, Hyoga y Shiryu, gracias.

En los escalones, logré ver a un Santo dorado. Él estaba de rodillas ante mí, como si me estuviese esperando. Me llamó la atención que por alguna extraña razón, se parecía un poco a T/N. Él mantenía sus ojos cerrados, hasta en poco tiempo que los abrió para poder verme.

—Tú eres...

—Saga de Géminis. El hombre que intentó asesinarla.

Eso significa que él era el patriarca que gobernaba el santuario.

—Saga...

—Athena, la estaba esperando aquí, para pedirle disculpas —él utiliza sus manos para atravesarse el pecho, haciendo que me sobre saltara —. Athena, sé que esto no va a perdonar mis crímenes, pero yo...

Me agache y él cayó en mis razos.

—Saga... —murmure.

—Yo de verdad... quería pelear por la justicia... por favor... créame, Athena...

Lágrimas comenzaron a abundar en todo mi rostro.

Y yo asentí.

—Sí te creo, Saga. Sé que en realidad eras un hombre justo.

—Por favor, le ruego que le diga a T/N mi último mensaje: que estoy orgulloso de ella y que me alegro que encontrara el camino correcto.

Hasta el momento desconocía el vínculo que poseía con T/N, pero para que diga eso, debe de tratarse de alguien cercano a ella. Sonreí entre mi vista húmeda.

Un amor immortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora