CAPITULO 39: LOS MAYORES ESTRAGOS

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Barbara solo veía la escena no pudiendo hacer nada, ya que ella estaba atada y no podía desatarse. Solo hacia contacto visual con su hija, intentando darle fortaleza necesaria y rogando para que ese maldito violador cometiera un paso en falso. Marisela piso a Meléndez pero eso no sirvió para que retrocediera pero si para que se diera con el cubo que tiro antes. La soltó intentando no caer. Marisela tomo aire unos segundos y al ver como se acercaba de nuevo a él lo lanzó de un empujón hacia el suelo el cual estaba recubierto por un montón de paja. Meléndez intento incorporarse clavándose mas el tridente oculto en el heno. Soltó un grito desgarrador

- AHHHHH- gritó empezando a sangrar por la boca

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- AHHHHH- gritó empezando a sangrar por la boca. Barbara miró a Marisela, la cual solo lo observaba quejarse adolorido. Santos y Gonzalo entraron presenciándolo todo

- Yo, yo, yo....- titubeaba Marisela

- Tu, tu, tu....- alcanzo a decir Meléndez antes de desmayarse fruto del fuerte dolor que estaba sintiendo en estos momentos pues el tridente poco a poco iba haciendo añicos cada uno de sus órganos internos. Gonzalo sintió su respiración averiguando que el mal aun seguía con ellos

Mientras tanto en Altamira.......

La herida provocada por la bala de la pistola de Valeria iba cada vez a mas haciendo que la joven tuviera altas fiebres y alucinaciones. Arias entro a la habitación y su pronostico tras examinarla fue poco menos que alentador, ya que a la joven se le había adherido un trozo de metralla a una parte muy difícil de sacar sin dañar otros órganos internos:

- Intentare salvarla pero no aseguro nada ya que puedo tocar algún órgano interno por la proximidad de estos y en ese caso las posibilidades de vida serian inferiores al 10%- Cecilia la cual se había quedado a auxiliar a la joven junto con su marido se miraron impresionados

- ¿Y nosotros que podemos hacer para ayudarle a aumentar esas posibilidades?- contesto Cecilia pues no quería que una vida tan joven dejara este mundo y temía tambien porque a su marido se le inculpara de su muerte. Arias les indico que fueran a por toallas, vendas, esterilizante, etc. No tardaron mucho pues buena parte de lo que les pidió lo tenían en el botiquín. Cuando lo tuvo todo a su alcance procedió a anestesiar a la paciente y a proceder a la intervención

Minutos después en la Choza de Meléndez.......

Este despertaba poco a poco mientras Santos revisaba que su mujer estuviera bien y Marisela no salía del shock por lo que acababa de hacer. Había lanzado a un hombre a los brazos de una muerte atroz. Su padre y ese hombre tenían razón era igual a su madre, si hasta mataba como ella. Gonzalo se acerco a su lado acariciando su mejilla, pero Marisela siguió sin reaccionar solo mirando a Meléndez que le lanzaba su peor mirada de rabia

 Gonzalo se acerco a su lado acariciando su mejilla, pero Marisela siguió sin reaccionar solo mirando a Meléndez que le lanzaba su peor mirada de rabia

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Abriéndole Los Ojos Al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora