CAPITULO 50: ESENCIA AGRIDULCE

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- O me puedo mudar oficialmente a esta habitación y no salir mas hasta que Axel no le quite el dichoso reposito, Fiera mía- sugirió Santos. Barbara lo miro dubitativa

- Pero no somos nada para que duerma conmigo- respondió ella

- ¿Y cuando hemos tenido que ser algo para que haga esto?- contesto Santos besándola. Beso que poco a poco se fue volviendo mas pasional. Había caído en su trampa de seducción.

Mientras tanto en el Miedo

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Mientras tanto en el Miedo......

Cecilia llegaba hecha una magdalena en su caballo. Necesitaba hablar con Marisela después de lo que había vivido hace una hora con Antonio, enterarse de su traición sumado a lo que ocurrió hizo que viniera en ese estado. Bajo del caballo entrando a la casa grande. Hallo a Marisela y Gonzalo preparando arepas en la cocina con Celeste:

- Ay Capitalino no eres bueno para esto- dijo Marisela viendo que era la tercera arepa que le salía deforme. Gonzalo sonrió y le recordó una canción

- Pero en cambio tu si eres rebuena para la cocina, sobre todo para hacer arroz con leche- empezó a tatarear la canción con Celeste que le siguió el juego

- Digamos que me defiendo, pues era aprender o morirme de hambre- dijo Marisela notando su complicidad en su tatarateo haciendo mas caso dejando la masa

- Arroz con leche me quiero casar con un Señorito de la Capital- decían ambos a coro

- Yo no me quiero casar contigo- respondió Marisela dándole con el trapo de cocina

- Eso no es lo que dices cuando hacemos el amor. Gonzalo quiero ser tuya para el resto de mis días, ay Gonzalo no me dejes nunca, ay, ay...- se reía Gonzalo con Celeste haciendo que Marisela se enojara aun mas y empezara a darle con el trapo sin descanso

- Celeste no tiene porque saber nuestras intimidades, chismoso

- No se preocupen la verdad me entretienen porque desde que mis hermanos están en el pueblo pues me aburro como ostra y es o escuchar sus piques o ayudarle a mi madre y para que me hable todo el rato de las una y mil virtudes de su adoración extrema- dijo tristemente Celeste. Resentía la falta de afecto por igual a sus hijos mellizos de su madre, pues por mas que lo intento por años su madre jamás la vio con los ojos que veía a Leon

- Hablando de eso ¿Tus hermanos no están tardando demasiado en volver de ver al bebe?- pregunto curioso Gonzalo pues en el Miedo aun no habían llegado noticias de su rapto

- Deja de meterte en todo, chismoso de mas- le dio de nuevo con el trapo Marisela a la vez que Cecilia entraba a la cocina llorando. Marisela fue a ver que le pasaba aunque se lo imaginaba

- ¿Qué le paso Cecilia?- pregunto Gonzalo al ver como corría a abrazarla

- ¿Qué le paso Cecilia?- pregunto Gonzalo al ver como corría a abrazarla

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Abriéndole Los Ojos Al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora