CAPITULO 9. LA VENGANZA A FEDERRICA.

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- Te tenia que haber colgado de un palo mayor al enterarme de que estuviste con ella a mis espaldas, pero ¿Como hacerlo si tu eres como mi hermano? Felicidades Antonio conseguiste tu sueño de niñez- dijo Santos abrazando a su amigo

- Me extraño que estuvieras tan suavecito pero viendo como la estas cambiando no me extraña que ella tambien te este enseñando a domar el Centauro Luzardo ante situaciones asi- dijo Antonio sonriendo con el haciendo recordar a Santos como cambio de opinión en lo de no enojarse si estaban juntos su tía y su mejor amigo

<<<<<< Unas semanas atrás en el hotel las Brisas de San Fernando>>>>>>

- Santos y has pensado en que harás?- dijo Bárbara bebiendo de su jugo
- Que haré con que?- dijo Santos comiendo de su plato. Mientras los muchachos miraban a ver cuántas nuevas cosas del equipo podían comprar por San Fernando antes de marcharse al Arauca, ellos optaron por desayunar en la cama
- Con Antonio y tu tia- dijo Bárbara cogiendo de su plato comida también
- Con Antonio y mi tía que?- dijo Santos sin entender por dónde iba
- Con su relación- dijo Bárbara viendo que le restaba importancia
- Le dije que la cuidara y enamorara, pero dudo pasará mi tía es hueso duro de roer- dijo Santos volviendo a comer 

- Santos, de verdad me vas a decir que en todo este tiempo no te has dado cuenta de que se gustan?- dijo Bárbara sorprendida. Era demasiado obvio que entre esos dos había algo

- Mi tía, repito no lo aceptaría tan rápido- dijo Santos dejando de comer- Ella no es como tú, amor- dijo viendo su cara de desagrado- Es decir mi tía no busca enamorarse y demás con nosotros le basta- dijo cambiando el rumbo de la conversación
- Todos buscamos enamorarnos y ser felices con alguien más. Cuando estabas en el Miedo ellos dos se miraban como dos adolescentes enamorados, no creo que tardarán mucho en besarse y menos en hacerlo- dijo haciendo que casi se atragantara con el jugo imaginándoselo
- Igual que nosotros entonces, porque yo me hacía el duro pero no podía más de las ganas de besarte- dijo Santos tumbandolo en la cama y haciéndolo

 Cuando estabas en el Miedo ellos dos se miraban como dos adolescentes enamorados, no creo que tardarán mucho en besarse y menos en hacerlo- dijo haciendo que casi se atragantara con el jugo imaginándoselo- Igual que nosotros entonces, porque yo m...

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- Amor tu y yo no vamos a poder vivir en Altamira, Marisela acabará volando y Lorenzo pues, ya sabes. No quedras que tú tía se quede sola no?- dijo Bárbara cogiéndolo de las manos sentándose con el de nuevo en la cama
- No, pero es que me cuesta mucho verla con otro hombre, siempre la he visto soltera y además no quiero que le vuelvan a hacer daño como se lo hizo Lorenzo- dijo Santos tiernamente
- Tu un día me dijiste que tú amigo era el mejor hombre del mundo. No quieres al mejor hombre del mundo de tío?- dijo ella igualmente
- Si, pero es que...- dijo pasando su mano por su pelo nervioso- me gustaría que mi tía sea tan feliz como lo soy yo contigo, pero es que sería raro verla en otro lugar, con un marido, con hijos tal vez. No me lo imagino
- Ya pero...- dijo Bárbara deteniéndose recordando sus palabras- acabas de decir que eres feliz conmigo?- dijo ilusionada. Era la primera vez lo decía y estaba contenta por ello
- Si super feliz, si llego a saber que lo sería tanto tarda mucho menos en pedirte perdón y en hacer que nos reconciliemos- dijo sonriendo con ella
- Yo te dije que era tu hembra y que dejáramos de perder el tiempo en peleas absurdas, pero tú de menso no me quisiste creer- dijo Bárbara
- Demasiado menso, de hecho sabe que Doña?- dijo Santos mirándola- no estoy muy convencido aun de aceptar a Antonio cómo mi tío. Me termina de convencer?- dijo besándola
- Depende yo que ganó con eso?- dijo Bárbara negociando
- Que pida tres cestas de mangos al Lobby- dijo Santos viendo como se lo pensaba- cinco, siete?- dijo viendo como aceptaba con la cabeza
- Ok, acepto su oferta doctor pero más vale que no se tarde mucho en convencer, su hijo los pide ya- dijo señando el trato con un beso a la vez que le quitaba la camisa

Abriéndole Los Ojos Al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora