Historia de Doña Barbara que inicia en el capítulo 62 minuto 19:05. Otro final con escenas de la telenovela y mías propias donde el amor se mezcla con la venganza, los celos y la obsesión.
Santos decide enfrentar lo que siente frente a su familia y...
Cogió la foto de ese lugar haciendo que sus patrones se levantarán al escucharla:
- Leon soñaba con que si algún día emigraba a EE.UU y acumulaba buen dinero por un primer trabajo bien hecho y pagado se lo gastaría en las Vegas- y dicho y hecho pues tras el cobro de la primera mercancía que llego bien a puerto allí se encontraba con Aiden
- Little brother, we won again (Hermanito, ganamos otra vez)- Edgar lo abrazaba feliz al ganar la tercera partida al Black Jack. Su suerte estaba cambiando o eso creían ellos porque o se iban pronto de las Vegas o sus Perros de Presa los atraparían gracias al recuerdo de su Twin (Melliza)
- ¿Estás segura Celeste?- pregunto Bárbara con un hilo de esperanza. Esta asintió
- ¿Me la puede llevar para enseñársela a los Guardias? Tal vez si di con la aguja- ambos asintieron y Celeste salió con ella pero no iba a ser tan fácil como ellos creían
Una hora después en las Vegas......
Lidia enseñaba a jugar al pequeño Erick con plastilina para intentar que se le apagaran las pilas y se durmiera, ya que eran las 2 de la mañana y nada que lo hacia, a la vez que su padre llegaba un poco tomado con su tío. León se quedo ensimismado mirando a la niñera:
- Hermanito muy ingles, but zero changes (pero cero cambios)- le dijo su hermano sin distraerlo
- Now put the leaves on the tree (Ahora pon las hojas del arbolito)- El niño lo decoro a su gusto y puso las hojas como le mando
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- Very Well (Muy bien)- beso su mejilla y en ese momento su padre deseo ser su hijo, ya que le encantaría recibir un beso de una mujer tan dulce como ella
Lidia noto su agitación y empezó a agitarse ella tambien, pues a el no era al único que le gustaba su forma de ser, ya que la atracción entre ambos iba creciendo por minutos.
Minutos después en Altamira......
Santos y Barbara se rendian por hoy. Santos cogió la manta, pues en esos días se había mudado de su cuarto al de Barbara para evitar que alguien de su familia perturbara su tranquilidad. Dormía en el sofá, pero hoy Barbara tenia otras intenciones diferentes:
- Santos ¿Por qué mejor no duermes conmigo? El sofá es muy incomodo- sugirió Barbara
- Ni tanto- respondió Santos sin mirarla, pues sabia que como lo hiciera, caería
- Mi amor, ven anda, ambos sabemos que si lo es- dijo levantándose para que le hiciera caso
- Eh, eh- contesto evitándolo- recuerda el reposo y por lo mismo mejor no
- Santos Luzardo, acompáñame, esta cama ser muy grande y yo tengo frio por las noches- respondió dándole cortos besos
- ¿Tienes frio?- contesto Santos empezando a caer en su juego de seducción. Barbara asintió mordiendo su labio- Barbara Guaimaran deja de tentar al diablo- contesto entre beso y beso, intentando evitarlos, pero por el contrario su cuerpo le urgía justo lo contrario así que sus manos y boca hacían lento lo que el quería evitar
