CAPITULO 27: EL TESORO DE LA POZA.

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- Ok, pues cada dos horas, muchos, muchos besos- dijo Santos mirándola cómplice

- Demasiados, demasiados besos- sugirió Barbara- en una hora y 58 minutos

- Serán las dos horas mas largas de mi vida- contesto Santos

- Las mías tambien- respondió Barbara mirándolo cálidamente

- Las mías si que van a ser largas impidiendo que se besen. ¿Pueden estarse quietos? Se van a quitar los cables- les volvió a regañar Arias

- No puedo tocar a mi mujer, no puedo besarla ¿Por qué me dejaste vivo Arias si me privas de los mejores placeres de la vida? Y que placeres- contesto Santos apretando el culo de Barbara

- Quietos o los meto a cada uno en una habitación solos- ambos negaron estándose quietos. Iba a ser divertido eso de detenerlos ¿Pero que es la vida sin un poco de diversión?

2 días después.......

Martin Andrade llegaba al Miedo. Dejo su maletín en la sala encontrándose con Lucia saliendo de los cuartos. Corrió a abrazarla, había extrañado a esa chamaca:

- Lu divina ¿Qué haces aquí?- pregunto Martin

- Santos y su mujer sufrieron un accidente y ayudo a los empleados de la casa a darles la comida, sin que estén todo el rato besandose- Martin suspiro

- Como lo hacían tu y mi hijo, a veces daban ganas de despegarlos con una espátula, parecían pegamento- Lucia vio su mirada e indago sobre el

- Como lo hacían tu y mi hijo, a veces daban ganas de despegarlos con una espátula, parecían pegamento- Lucia vio su mirada e indago sobre el

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- ¿Saul no vino?- pregunto abiertamente Lucia

- No, se quedo reflexionando en la Capital. ¿El cuarto es por donde saliste?- dijo intentando cambiar de tema. No quería decirle en lo que en realidad se quedo

- ¿Esta con ella cierto? Con Valeria- Martin detuvo sus pasos al escuchar sus palabras

- ¿Cómo sabes...?- Lucia hablo por el

- Porque segundos después de que Saul me llamara lo hizo Valeria- respondió Lucia yéndose de allí para evitar llorar delante de el. Sabia estaban juntos

- Odio tener que mentir, Saul, solo vas a conseguir que no diciéndole que estas super deprimido y que no le paras ni bolas a Valeria, perderla- murmuro Martin siendo escuchado por Santos

- O no, porque tal vez la amiguita se harte de ser cero a la izquierda y confiese- dijo Santos

- ¿Esa? No creo, le encanta rogar- respondió Martin escuchando un grito

- SANTOS LUZARDO, TE ESCUCHE. YA PASARON MAS DE 3 MINUTOS, O VUELVES O VOY A POR TI- gritaba Barbara. Santos sonrío y entro con Martin al cuarto, fue a besarla pero Barbara se negó a que lo hiciera dándole la mascarilla- Inhala, exhala, asi suavecito, inhala, exhala- Barbara sonrió. Se estaba divirtiendo, torturándolo cada vez que salía del cuarto por tres minutos para preguntarle a alguno de los peones como iban las cosas en la casa

Abriéndole Los Ojos Al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora