En un templo subterráneo, grandes pilares sostenían una cueva, cuyo techo no era visible a simple vista.
La arquitectura, el musgo y el desgaste de los pilares, demostraba que el templo llevaba años, completamente sin presencia de otros humanos.
Era un espacio completamente en desuso.
Pero en este lugar vacío, 8 presencias chocaban las unas con las otras, sin ninguna intención de detenerse a sí mismos.
Grandes temblores y explosiones ocurrieron.
Los pilares temblaron, por el choque de técnicas de distintos elementos.
El aura y ondas psíquicas se enfrentaban las unas con las otras.
En definitiva, era un desastre.
Es sorprendente en sí, que el templo haya resistido este tipo de violencia, durante más de 7 horas.
BOOOMMMM
Una explosión mucho más violenta estremeció el templo.
Vee, Greninja y Sceptile fueron lanzados al aire.
Pikachu y Lucario se arrastraron por el suelo, apenas logrando frenarse.
Charizard resistió la explosión, pero aun así retrocedió 15 metros antes de estabilizarse.
Ash estaba de rodillas, respirando entrecortado.
Pero, aun así, él sonreía intrépidamente.
- Heh... por fin, pude darte un buen golpe... tuve que esperar casi 8 malditos años –
Su contrincante, él único enemigo de estos 7, salió de un pilar, mientras fruncía el ceño. Tenía marcas de quemaduras y golpes, especialmente, tenía la marca de un golpe en su mejilla izquierda.
Molesto, se elevó en el cielo, mientras decenas de escombros, casi tan grandes como él mismo.
- Te he subestimado –
Él sentenció.
Su cuerpo brilló y cambió.
Más ligero y pequeño.
Pero más poderoso.
El azabache gruñó, mientras veía a su enemigo volver a cambiar de forma.
No recordaba este poder de él, pero su anterior forma, bastó para ponerle en problemas, ahora, volvió a cambiar en otra forma.
Los ojos de él brillaron con una poderosa luz psíquica, entonces los escombros comenzaron a girar a su alrededor de forma rápida. Además, creó varias decenas de Bolas Sombra, que lo rodearon junto a los escombros.
Extendió su mano hacia el joven y sus pokemon.
Aunque algo molesto, él elevó la comisura de su boca, mirando fijamente al joven.
- Te has hecho fuerte... pero yo tampoco he perdido el tiempo, Ash Ketchum –
El azabache sonrió ferozmente, e intercambió miradas con su rival.
- He... no me lo esperaría de otra manera –
Ambos sonrieron.
Con sus palabras, los escombros y Bolas Sombras fueron lanzados una vez más al joven, cuyo grito hizo que todos sus pokemon se levantaran y se prepararan al mismo tiempo.
La batalla estaba lejos de terminar, mientras que ninguno de los participantes estaba dispuestos a dar un pie atrás.
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Un Aura Llameante
FanfictionHan pasado cuatro años desde que Ash perdió la Liga de Kalos, desde entonces, nadie ha tenido pistas de su paradero. A sí mismo, Red, un misterioso entrenador aparecido de la nada hace un año, él y un grupo de misteriosos entrenadores acabaron con e...