¿De dónde surge la diferencia entre el pasado y el futuro?

234 39 0
                                    


9.- 


"I'm tired, can't think of anything and want only to lay my fase in your lap, feel your hand on my head and remain like that through all eternity."


Le cedió todo. El poder, su autocontrol. Lo que había sido alguna vez.

Hannibal dormía con el estómago al aire. Las sábanas enredadas entre sus piernas y un brazo apenas rozando el suyo. En este punto, incluso sus pensamientos le pertenecían.

Ahora, el animal cauteloso era Will.

Sentía que una vez más, estaba cambiando. Era consciente de que existía un antes y después de Hannibal. Pero nuevamente se sentía inquieto. Sus sentimientos eran como una tormenta de nieve que no lo dejaba ver con claridad, cada vez hundiéndose más en aquel blanco sin saber dónde estaba, ni a donde debía llegar.

Miró nuevamente en su dirección. Su pecho subía y bajaba con lentitud, arrullándolo. Sólo tenía que cerrar los ojos.

Ahora estaban casi a salvo. Casi seguros. Siempre existiría aquel casi. Era su maldición al querer escapar de la muerte y las leyes de los mortales.

Hannibal les había conseguido un departamento en las afueras del lugar. Un sitio lleno de turistas la mayoría del año, llena de callejones antiguos y empedrados, que parecían esconder secretos incluso para los más longevos. Las avenidas eran como serpientes que se enroscaban, y si no prestabas la suficiente atención, podías terminar perdido.

Will aún no se acostumbraba, pero Hannibal parecía un familiar que regresaba a casa luego un largo viaje. Siempre sabía llegar, sin importar a donde fueran.

- Mññmm – el castaño se quejó entre sueños. Para ese punto, ya había perdido la cuenta de la cantidad de noches que paso en vela, haciendo aquello. Perdiéndose en las líneas de su rostro, en el aroma a jabón en su cabello, en la suavidad de su semblante al dormir. 

Se suponía que ya tenía la respuesta. Que sabía lo importante que era para Hannibal. Así que, no había razón porque dudar. Lo tenía ahí, frente suyo. Sólo debía... Will estiró su mano y tomó la suya. Apenas rozó sus dedos, pero aquello bastó para sacudir su corazón y acelerar su pulso. Tragó saliva con esfuerzo, y entonces lo notó. El brillo de los ojos de Hannibal, como un depredador en la oscuridad. Había sido atrapado.

Sostuvo su mirada.

- Will – pronunció su nombre, apenas un susurro en la noche.

- Tú y yo hemos comenzado a desdibujarnos - rememoró - estamos unidos. 

- Haría falta intervención divina para separarlos – respondió. Will lo miró por un momento sin entender. – Aquiles y Patroclo.

Su corazón se agitó. Podía escuchar los latidos de su corazón como suaves pasos en medio de aquella obscuridad. Y entonces Hannibal entrelazó sus dedos con los suyos. Will no pidió más respuestas, y se acercó todo lo que pudo a él. Envolvió su brazo alrededor de su cintura, y pegó su cuerpo al suyo. Tal como anheló tantas noches atrás. 

Folie a DeuxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora