Simbiosis

215 33 0
                                    


11.-


I looked up at the night sky there.

Orion above the horizon and, near

it, Jupiter. I wondered if you

could see it, too. I wondered if

our stars were the same.


En ocasiones, le gustaba pensar que Hannibal alcanzó su objetivo de convertirlo en lo que tanto ambicionaba; que finalmente lo había corrompido. Pero sería mentir.

Existía un mutuo reconocimiento entre ambos, un entendimiento que no pudieron hallar en nadie más. Estando con Hannibal, tenía la libertad de ser él mismo, de conocerse a sí mismo; todo lo que alguna vez había reprimido, cobraba vida cuando estaba a su lado. Él lo veía, lo aceptaba, lo admiraba y lo amaba.

En muchos sentidos, eran uno mismo. No porque fueran exactamente iguales, sino porque reconocían partes de sí mismo en el otro.

Will miró a Hannibal en mitad de la habitación. Era otra "primera vez", la primera noche que salían de su encierro luego de llegar a ese lugar.

El castaño como siempre iba vestido pulcramente con un traje, mientras que él opto por una sencilla camisa blanca de manga corta y unos jeans. Apenas le había dado tiempo para darse un baño; así que ahora unas diminutas gotas de agua escurrían desde su nuca hasta su espalda.

Hannibal río suavemente con algún comentario, y luego añadió él de su propia cosecha. Las personas a su alrededor rieron también. Will veía la metamorfosis, pero aún le sorprendía.

¿Así fue con él?

Era cierto que en un principio era encantador. Una persona incluso aburrida, demasiado convencional, pero siempre hubo un toque interesante. Sabía que había algo escondido detrás del sutil velo. Pero todos los otros eran de ese mismo modo, así que jamás pensó con quien trataba en realidad. Hasta que – para su buena fortuna - fue muy tarde.

Y ya estaba demasiado enredado en su juego para dejarse llevar por la cordura y el raciocinio.

- Así que... - comenzó a decir alguien a su lado. Era una mujer alrededor de los cincuenta años. Llevaba el cabello a la altura de los hombros, pero usualmente lo llevaba recogido con una vincha, como si aún fuera una niña. Cuando sonreía, se formaban pequeñas arrugas a cada lado de su boca, y sus ojos. Parecía agradable -. Así que... algunos tenemos curiosidad. El doctor Lecter y tú... ¿son amigos o..? - dijo, dejando la pregunta en el aire; fingiendo vergüenza. Will miró automáticamente en dirección de Hannibal.

Él mismo se preguntaba eso. Claro, eran amigos. En un principio lo fueron, hasta que el concepto se volvió borroso. Fueron enemigos. Luego cómplices. ¿Y ahora?

El castaño capto su mirada, y se la devolvió. Pareció notar la inquietud en sus ojos, e imperceptiblemente giró la cabeza hacía un lado, tal como lo haría un gato. Parecía preguntarle si todo estaba bien. Will sonrió y asintió levemente. Los ojos de Hannibal se movieron furtivamente hacía el reloj del salón, y luego mostró dos dedos. Se quedarían por dos horas más.

- Oh... - musitó imprevisiblemente Ana, la vecina, mientras tapaba su boca con una mano - ya veo -. Fue lo único que dijo. Habían sido atrapados en su conversación silenciosa. Y Will sintió la imperiosa necesidad de explicarse, pero al ver la expresión de la mujer tuvo su respuesta.

En realidad, siempre la había tenido. Pero era mucho más fácil mentirse, era mucho más llevadero. Pero lo sabía. Podía notar la forma en que Hannibal lo miraba; como si tomara una bocanada de aire fresco, con sus ojos moviéndose por su rostro de arriba abajo, queriendo conservar el momento. E incluso él mismo, se encontraba con una alegría inusualmente desenfrenada. Y no eran más que miradas cómplices y sonrisas.


I believe some of our stars Will

always be the same. You entered

the foyer of my mind and stumbled

down the hall of my beginnings.

Folie a DeuxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora