La historia de dos soldados que lucharán por sobrevivir en medio de una guerra y por amarse en un país lleno de homofobia.
"Te prometo que en algún momento podremos amarnos con libertad"
Portada:@sxftaboo
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jungkook actuó de inmediato, fue a la habitación de armas y bombas para suministrar a los soldados, estaban preparados para una emboscada en cualquier momento. Abrió la puerta y su rostro se tornó pálido al ver la habitación vacía.
-¿Que...?
-Capitán, esperamos sus órdenes-anunció un soldado a su lado.
-Utilicen los cañones, la artillería y defiendan el perímetro con sus armas, alguien ha robado todo el armamento.
-Sí Capitán-el hombre se alejó para informar a los demás.
Jungkook entró a la habitación buscando un indicio, el ladrón de armas tuvo que dejar una pista. Había un traidor entre ellos, y Jungkook iba a descubrirlo. Tocó los estantes y las cajas de madera, busco detrás de las paredes, donde guardaban armamento que solo pocas personas conocían, pero también estaba vacío.
Salió de la habitación, tomó municiones y fue a defender el perímetro con su pistola, era lo único que tenía. En el camino se encontró con el General y con Min, ambos preguntaron por las armas pero en ese momento no tenía tiempo para explicaciones, así que pasó de largo.
Gracias a la idea del Comandante Seokjin, las balas no lograban atravesar el perímetro, así que no era necesario utilizar las trincheras. Por el momento, ellos iban ganando la batalla sin mucho esfuerzo.
Sus soldados, junto a los soldados del interior de las murallas estaban defendiendo bien y acabaron con el enemigo en pocas horas. En la noche, celebraron con Soju y música su victoria.
Y a pesar de la felicidad de los soldados en el campamento, Jungkook jamás había estado tan intranquilo y enojado. Existía un espía entre ellos, uno que conocía los lugares secretos y que tenía acceso a las habitaciones privadas.
-Ganamos la batalla ¿No está contento Capitán?-Jungkook reconoció esa voz de inmediato.
-Hay un traidor entre nosotros Taehyung, de no ser por los tanques estaríamos todos muertos.
-Los soldados Estadounidenses están investigando a cada hombre, estoy seguro de que pronto encontrarán al traidor.
Jungkook miró a Taehyung y encontró una sonrisa en su rostro, sintió ganas de acariciar sus mejillas, levantó el brazo dispuesto a hacerlo, pero se detuvo cuando recordó que estaban en público.
Se levantó de la banca y fue hasta su oficina, Taehyung lo siguió.
Cuando ambos entraron Jungkook cerró la puerta con seguro, tenía que calmarse. Tomó dos cigarrillos y los encendió, le tendió uno a Taehyung.
-¿Qué sucede?-preguntó Taehyung botando el humo por la boca.
-Demasiado estrés-se excuso Jungkook y llevó el cigarro a sus labios.
Taehyung tomó asiento en el sofá y Jungkook se acercó a él, ambos fumaban el cigarro en silencio, el humo llenaba la habitación.
Taehyung, a pesar de estar encerrado con el Capitán, no se sentía incómodo, había empezado a encontrar tranquilidad con la presencia de Jungkook. Pensó en que solo se sentía cómodo con pocas personas, su familia, Jimin y ahora Jungkook. Le dio otra calada al cigarro y sintió su cuerpo ligero.